Las importaciones de fertilizantes crecen en 2024
Se descargaron 44,3 millones de toneladas en puertos brasileños
Las lluvias del 23 y 24 de enero trajeron un alivio temporal a los cultivos de soja y maíz en Rio Grande do Sul, permitiendo la reanudación de la siembra y la recuperación parcial de las plantas. Sin embargo, los volúmenes fueron insuficientes para acabar con la sequía. Y parte de las pérdidas de potencial productivo ya se han consolidado, especialmente en zonas sin riego.
Las condiciones fitosanitarias requieren un seguimiento intensificado, especialmente dado el aumento de la humedad, que favorece las enfermedades fúngicas y la incidencia de plagas. La información es de Emater/RS.
La reanudación de la siembra en áreas de rastrojo de maíz sin riego y la resiembra en lugares con rodales fallidos mantuvo el área sembrada en 99% en el estado.
Actualmente, el 29% de la cosecha se encuentra en llenado de grano, el 41% en floración y el 30% en germinación y desarrollo vegetativo. A pesar de las mejoras hídricas, la gestión fitosanitaria requiere una mayor atención, especialmente en cultivos tardíos.
Con el aumento de la humedad del suelo y del aire, se produjo un aumento de la presión de enfermedades fúngicas, como la roya asiática, lo que llevó a los productores a intensificar las aplicaciones preventivas de fungicidas. Algunas regiones también registraron una mayor incidencia de plagas de insectos, como chinches y trips.
Los impactos de la sequía aún afectan a los cultivos sembrados a finales de octubre y a los cultivares de ciclo temprano, que ya muestran pérdidas consolidadas en su potencial productivo. La reducción del tamaño de las plantas y el número de ramas laterales compromete el rendimiento, especialmente en el Centro-Oeste del Estado. En las regiones más orientales, condiciones climáticas más estables favorecieron el desarrollo de la soja, reduciendo el impacto de las plagas y manteniendo un potencial de producción cercano a lo esperado.
Las lluvias también beneficiaron a los cultivos de maíz, especialmente aquellos en desarrollo vegetativo e inicio del período reproductivo.
La humedad del suelo mejoró, favoreciendo la reanudación de la siembra fuera de temporada, especialmente en zonas con residuos de tabaco y frijol. Sin embargo, el seguimiento de plagas se ha reforzado debido al aumento de la humedad.
El saltamontes del maíz sigue siendo una de las principales preocupaciones, ya que su presencia puede intensificar la propagación del retraso en el crecimiento, comprometiendo la productividad. Además, hay informes de ataques de orugas en algunas regiones, que requieren aplicaciones específicas de insecticidas.
La cosecha del cultivo avanza y ya alcanza el 38% del área proyectada en el estado. Los rendimientos observados son satisfactorios y algunas cosechas superaron las expectativas iniciales. Sin embargo, las pérdidas provocadas por la sequía de enero afectan al 19% de los cultivos de llenado de cereales, con mayor impacto en las regiones donde las precipitaciones fueron irregulares.
En la Región Oeste, el restablecimiento de la humedad ayudó a la recuperación de las plantas, pero no revirtió por completo las pérdidas acumuladas. En la Región Oriental las lluvias fueron más consistentes y beneficiaron a los cultivos en esta etapa fenológica.
Reciba las últimas noticias sobre agricultura en su correo electrónico
Reciba las últimas noticias sobre agricultura en su correo electrónico