El USDA proyecta crecimiento de la soja en Brasil en la cosecha 2025/26
La superficie sembrada alcanzaría los 49,1 millones de hectáreas, con una producción estimada en 176 millones de toneladas.
Los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático están alterando la producción de néctar en las plantas y podrían poner en peligro la seguridad alimentaria mundial, según una investigación reciente realizada por científicos brasileños y argentinos.
El estudio investigó los efectos de las variaciones severas de las precipitaciones sobre la disponibilidad de néctar para las abejas en plantas de la especie. Cucurbita pepo, popularmente conocido como calabacín italiano. Los investigadores simularon cuatro escenarios: control (lluvias regulares), lluvias intensas, reducción moderada de las precipitaciones y sequía extrema.
Los resultados demostraron cambios significativos en la producción y composición del néctar en condiciones extremas. En condiciones de sequía extrema, se observó una marcada disminución de la cantidad de néctar, tanto en volumen como en concentración de azúcar. Las flores femeninas presentaron hasta un 98 % menos de azúcar, mientras que las masculinas presentaron una reducción de hasta el 95 %.
Por otro lado, los escenarios con fuertes lluvias provocaron un aumento en la producción de azúcar por flor, alcanzando un 79 % más que en el control. Sin embargo, este aumento no se acompañó de cambios en la concentración de néctar, que se mantuvo estable.
Las variaciones climáticas también afectaron directamente la cantidad de flores que producen las plantas. Las plantas expuestas a fuertes lluvias produjeron más flores femeninas, mientras que las sometidas a sequías severas experimentaron una reducción significativa de flores tanto femeninas como masculinas.
A escala agrícola, el escenario de fuertes lluvias resultó en un aumento del 74 % en el aporte calórico de néctar disponible para los polinizadores por hectárea cultivada. La sequía extrema provocó una drástica reducción de hasta el 95 % en este aporte, poniendo en riesgo la supervivencia de las abejas y comprometiendo la polinización.
La investigación destaca que los cambios observados podrían comprometer gravemente la relación entre las plantas y sus polinizadores. La drástica reducción del suministro de néctar podría llevar a las abejas y otros insectos polinizadores a buscar otros recursos, reduciendo las visitas y, en consecuencia, la producción de frutos.
Este escenario de reducción de la polinización tiene implicaciones directas para la producción agrícola. El calabacín es solo un ejemplo de los muchos cultivos agrícolas que dependen de la polinización animal. En Brasil, este cultivo se encuentra entre los diez de mayor valor económico, especialmente para los pequeños agricultores, quienes son más vulnerables a los impactos de estos cambios.
Basándose en las proyecciones del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el estudio predice que, para 2075, las regiones podrían enfrentar reducciones de hasta el 23 % en la producción de néctar en escenarios de sequía severa. Por otro lado, las zonas sujetas a fuertes lluvias podrían experimentar aumentos de hasta el 79 % en la disponibilidad de este recurso.
Sin embargo, los investigadores advierten que el aumento de las precipitaciones no es del todo positivo, pues las lluvias frecuentes e intensas pueden generar erosión del suelo, lixiviación de nutrientes y una reducción de la actividad de los polinizadores, debido a la dificultad de volar en condiciones adversas.
Más información en doi.org/10.1038/s41598-025-94565-2
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