Cotrijal advierte de un manejo cauteloso contra la roya asiática

Las lluvias favorecen la soja, pero la roya requiere un manejo estratégico

10.01.2025 | 15:46 (UTC -3)
Bruna Scheifler

Las lluvias recurrentes y las temperaturas suaves a lo largo de diciembre brindaron buenas condiciones para el inicio del desarrollo de la soja. Sin embargo, estas circunstancias también fueron favorables para la roya asiática, una de las principales enfermedades del cultivo. La patología ya está muy extendida en Rio Grande do Sul, con ocho casos registrados hasta el momento, según el Consorcio Antióxido. En la región donde opera Cotrijal, la enfermedad se estableció a finales de diciembre.

“Tenemos un programa de monitoreo de enfermedades y notamos que se recolecta una pequeña cantidad de esporas semanalmente combinado con buenas condiciones climáticas en varias regiones donde opera la cooperativa. Y también tenemos el huésped, que es la propia planta de soja, cerrando el triángulo de enfermedades”, explica Leodário Montemezzo, agrónomo y técnico difusor de Cotrijal.

La incidencia y manejo de la roya dependen del clima de cada ubicación. En las zonas más septentrionales de la región operativa de la cooperativa, que han registrado lluvias regulares y continúan manteniendo un alto potencial de producción, las condiciones de humedad y temperatura son adecuadas para la roya, que está inoculada y en desarrollo. En las regiones central y meridional, la prolongada falta de lluvias está ralentizando la evolución de la roya y, en consecuencia, el desarrollo de la enfermedad puede incluso cesar. 

Estas diferencias climáticas también son decisivas a la hora de definir el manejo de la roya asiática. “Para las regiones que han tenido lluvias en los últimos 10 a 15 días, necesitamos mantener aplicaciones, a base de triazoles, fungicidas de contacto, protectores y también preventivos para frenar la propagación de la enfermedad y prevenir nuevos brotes. Para aquellos productores que están en regiones que ya han tenido más de 18 a 20 días sin lluvia, es muy importante que el productor tenga mucho cuidado en aplicar o no fungicidas y, si decide aplicarlos, que esa decisión sea realizado en conjunto con el Departamento Técnico (Detec) de la cooperativa para que las acciones no perjudiquen el progreso de la soja”, recomienda Montemezzo.

Fitotoxicidad

Este cuidado en la definición del manejo tiene como objetivo evitar la fitotoxicidad, es decir, los efectos negativos en las plantas provocados por aplicaciones inadecuadas o incorrectas. “Debemos ser conscientes de que sí necesitamos proteger el cultivo de patógenos que puedan atacar, pero no podemos utilizar una herramienta que cause más daño y daño que la propia enfermedad”, destaca el ingeniero agrónomo de Cotrijal.

Nuevamente, el clima determinará los procedimientos que se deben adoptar para prevenir la fitotoxicidad. En los casos en que la humedad del suelo sea la adecuada y las plantas estén bien hidratadas, la recomendación es observar las condiciones climáticas y mantener una planificación previa, realizando aplicaciones preferentemente en horas nocturnas.

En regiones donde los suelos están secos y las plantas deshidratadas y tienen alta evapotranspiración, es necesario reevaluar el manejo. “Es posible que tengamos que sustituir herramientas o incluso suspender las aplicaciones de fungicidas en estas zonas más críticas”, explica Montemezzo.

Detec de Cotrijal está disponible para análisis específicos para cada ubicación, incluyendo la posibilidad de indicar los tiempos más seguros para las aplicaciones.

Identificação

Foto de : Douglas Pedroso
Foto de : Douglas Pedroso

En esta etapa del desarrollo de la soja, los síntomas de la roya asiática pueden ser difíciles de identificar. Los signos hay que buscarlos en la parte inferior, es decir, en las hojas inferiores de las plantas, donde con ayuda de una lupa se pueden identificar las pústulas de óxido. 

¡Atención

A pesar de la gravedad de la roya, es necesario vigilar otras enfermedades que también pueden afectar a la soja. En esta cosecha, que comenzó con lluvias regulares y ahora registra una reducción en las precipitaciones, es necesario estar atentos a las enfermedades de fin de ciclo. “Estos hongos están en la paja y el suelo. En las primeras lluvias, cuando la soja estaba en período vegetativo, ya entró a la planta. Por eso, es importante mantener algunas aplicaciones dirigidas a enfermedades de fin de ciclo para que no tengamos problemas al final del cultivo con estas enfermedades, digamos, secundarias”, recomienda el técnico difusor de Cotrijal.

En regiones con un clima extremadamente seco, los insectos deben ser el foco de atención, especialmente trips y ácaros. “En zonas donde fue necesario cancelar las aplicaciones de fungicidas, el productor necesita continuar con el manejo de insecticidas”, concluye. 

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