RS Cosecha 2024/25: las lluvias alivian el estrés hídrico en soja y maíz
Las condiciones fitosanitarias requieren un seguimiento intensificado
El gobierno de Rio Grande do Sul está implementando una serie de medidas para mitigar los efectos de la sequía y fortalecer la resiliencia hídrica en el Estado. Entre las acciones destacan la construcción de presas, perforación de pozos e instalación de cisternas, además de incentivar el riego.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Producción Sostenible e Irrigación (Seapi) ya recibió más de 670 proyectos de irrigación, con una inversión estatal estimada en R$ 22 millones. Los productores rurales podrán recibir hasta R$ 100 mil en subsidios para la implantación de sistemas de riego. También se construyeron 4,5 presas y se perforaron pozos en 310 municipios.
La Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) busca apoyo federal e impulsa acciones como el Foro Permanente de Lucha contra la Sequía. La Secretaría de Medio Ambiente e Infraestructura (Sema) modernizó el licenciamiento ambiental para facilitar proyectos de riego y reserva de agua.
Entre las obras estructurales, las presas de Jaguari y Taquarembó, esenciales para el abastecimiento e irrigación de 117 mil hectáreas, recibieron nuevas inversiones para su conclusión tras años de inactividad. Además, Defensa Civil ha intensificado el suministro de emergencia de agua a los municipios afectados.
Estas acciones forman parte del Plan Río Grande, el programa de reconstrucción y resiliencia climática del Estado, que tiene como objetivo garantizar la seguridad hídrica de los productores y las comunidades rurales.
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