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El Boletín Económico publicado esta semana por el Departamento de Economía Rural (Deral) ofreció un panorama actualizado de las principales cadenas agrícolas de Paraná, con énfasis en el maíz, la mandioca, la cebolla y el maní. La llegada de las festividades de junio refuerza la importancia del maní en la cultura brasileña, y la cosecha 2024/25 promete ser histórica: la estimación nacional es de 1,16 millones de toneladas, la mayor registrada hasta la fecha.
Se espera que Paraná aporte el 0,7% de este total, equivalente a 7,9 toneladas. Si bien es modesto en comparación con estados como São Paulo, que concentra casi el 80% de la producción, el volumen de Paraná satisface la demanda regional de productos típicos de esta época del año, como la paçoca y el pé-de-moleque.
En el campo, la segunda cosecha de maíz se está desarrollando bien, a pesar de las heladas y las bajas temperaturas. Las lluvias recientes han beneficiado el desarrollo del cultivo y la cosecha ya ha alcanzado el 3% de los 2,72 millones de hectáreas cultivadas. El 65% de la superficie está madurando, lo que reduce los riesgos climáticos en las próximas semanas. Según Deral, el XNUMX% de los cultivos se encuentran en buenas condiciones.
La cosecha de yuca también avanza rápidamente, con el 39% de la superficie total cosechada hasta la fecha. La producción estimada es de 4,2 millones de toneladas, un 16% más que el año pasado, gracias a un aumento del 9% en la superficie sembrada y a una mayor productividad. Si bien el aumento de la oferta presionó los precios en mayo, el valor promedio de R$565,36 por tonelada se mantiene por encima del costo de producción y los precios registrados en el mismo período de 2024.
En cuanto a la cebolla, el panorama es de declive. Las estimaciones para la cosecha 2025/26 en Paraná indican una caída del 13,5% en la superficie sembrada y del 15,1% en la producción total, en comparación con el ciclo anterior. La decisión de los productores de reducir la superficie cultivada está directamente relacionada con la fuerte devaluación del producto. En abril, el precio recibido fue de R$ 1,10 por kilo, un 82,8% inferior al de mayo de 2024. Esta tendencia refleja la expectativa de que una menor oferta podría contribuir a la recuperación de los precios.
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