Impactos de la sequía se sentirán en la zafra 2025-26

Condiciones climáticas adversas afectan la productividad y disponibilidad de plántulas para la próxima cosecha

26.11.2024 | 15:50 (UTC -3)
Gabriela Reimberg

La producción de caña de azúcar en Brasil podría reducirse un 20% hasta 2050 debido al cambio climático, advierte un estudio del Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPem). El análisis revela que las precipitaciones irregulares y el aumento de las temperaturas plantean desafíos de productividad cada vez mayores. Por ello, los productores deben intensificar los cuidados de gestión eficiente para el ciclo 2025/2026.

Las condiciones climáticas adversas como sequías e incendios que impactaron la región Centro-Sur de Brasil en la cosecha 2023/2024 continúan amenazando al sector. Además de favorecer un desequilibrio de plagas y enfermedades en los cultivos de caña de azúcar, la sequía afecta directamente el desarrollo de las plantas, comprometiendo los rendimientos de la caña de azúcar.

La irregularidad hídrica también trajo un problema adicional para muchos productores: la pérdida de viveros de plántulas. Esta situación ha generado una alerta sobre la disponibilidad de plántulas sanas para el próximo ciclo cañero, factor esencial para renovar los cañaverales y mantener la productividad y calidad del cultivo.

“La caña depende de plántulas sanas para mantener un ciclo productivo sustentable: la falta de plántulas crea una ventana crítica para la cadena, donde cada pérdida de tallos vigorosos y sanos representa menos caña en el campo”, afirma. michel fernandes (en la foto), consultor agrícola de MS Fernandes. “Si no hay una planificación adecuada, los agricultores pueden afrontar, además de la pérdida de productividad, elevados costes de producción a largo plazo”, concluye. 

Estrategias para recuperar campos de caña de azúcar

Para enfrentar estos desafíos, BASF pone a disposición de los productores Muneo Biokit, una solución asociada a un agente biológico que trabaja por el desarrollo sustentable de la caña de azúcar, ayudando a incrementar la longevidad y el potencial productivo de las plantaciones luego de desafíos edafoclimáticos. La solución es el resultado de la fuerte inversión anual de BASF en investigación y desarrollo, de más de 900 millones de euros a nivel global.  

La parte química la compone el producto Muneo, con acción insecticida y fungicida. La solución biológica es Aprinza, un inoculante que actúa como promotor del crecimiento de raíces y brotes, además de contribuir a una mayor absorción de nutrientes.

“Los campos de caña están cada vez más expuestos a condiciones extremas, y nuestra misión es ofrecer soluciones que ayuden a los productores a enfrentar estos cambios con mayor seguridad. Con una gestión adecuada es posible maximizar el uso de los recursos hídricos y del suelo, con un ciclo productivo más sostenible y eficiente”, concluye. María Leticia Guindalini (en la foto), del desarrollo de mercado de BASF Soluções para Agricultura.

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