Coopertradição comienza a recibir la cosecha de frijol 2024/25
La previsión es un crecimiento de la productividad del 10 al 15% respecto al ciclo anterior
La Niña, fenómeno climático caracterizado por el enfriamiento anómalo de las aguas en el Pacífico Ecuatorial, se consolidó tras meses de expectativa. Expertos de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos) confirmaron la ocurrencia del evento, con un 59% de posibilidades de persistir hasta el período de febrero a abril y un 60% de posibilidades de regresar a condiciones neutrales entre marzo y mayo.
Si bien este La Niña se considera débil, con pocas posibilidades de alcanzar niveles significativos (-1,0 °C), sus efectos ya son visibles. El período de octubre a diciembre de 2024 presentó patrones de precipitación propios de La Niña, con precipitaciones superiores al promedio en algunas zonas y sequía en otras.
Sin embargo, la influencia de otros factores climáticos, incluidas las tendencias del calentamiento global, puede mitigar o intensificar estos impactos.
Aunque se pronostica que La Niña será de corta duración, su efecto sobre las condiciones climáticas puede seguir siendo relevante, especialmente para la agricultura, con posibles cambios en los regímenes de precipitaciones y temperaturas.
En Brasil, las regiones agrícolas pueden experimentar un patrón de sequía en el sur y lluvias más intensas en el norte y noreste, características históricas asociadas a este fenómeno.
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