Las lluvias irregulares retrasan la siembra de los cultivos de verano.

Las precipitaciones registradas entre el 1 y el 30 de octubre fueron irregulares y se distribuyeron de forma desigual en las distintas regiones productoras del país, lo que ha retrasado la siembra de los cultivos de verano, especialmente en el centro-oeste. Esta evaluación forma parte del Boletín de Monitoreo Agrícola (BMA) publicado esta semana por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

Según el estudio, las precipitaciones fueron inferiores al promedio histórico, con grandes diferencias entre regiones e incluso dentro de un mismo estado. En la región centro-oeste, las mayores acumulaciones se observaron en el suroeste de Mato Grosso do Sul y en algunas zonas de Mato Grosso, mientras que Goiás y el norte de Mato Grosso do Sul siguen sufriendo escasez de agua.

La humedad del suelo mostró una ligera recuperación a finales de octubre, lo que ha favorecido el inicio del desarrollo de la soja en las zonas donde la siembra ha avanzado.

También se registran lluvias irregulares en el sureste y el noreste.

En el sureste, el panorama era similar: las lluvias eran más intensas solo en el segundo decenio del mes, e incluso entonces, eran irregulares y estaban mal distribuidas.

En la región Nordeste, sin embargo, se registraron escasas o nulas precipitaciones en gran parte de su territorio. En la región de Matopiba (que abarca Maranhão, el suroeste de Piauí, el oeste de Bahía y Tocantins), las lluvias fueron insuficientes para reponer la humedad del suelo y asegurar el desarrollo de la siembra en los campos de primer cultivo sin riego.

Los mayores volúmenes se concentraron en la región centro-oriental de Maranhão y partes de Sealba (Sergipe, Alagoas y el noreste de Bahía), sin afectar la cosecha del tercer cultivo de maíz, que aún está en curso.

En el norte la situación es mixta, mientras que en el sur se registran buenas condiciones.

En el norte, los patrones de lluvia fueron bastante variables. Rondônia, el sureste de Pará y la región occidental de Tocantins registraron lluvias irregulares y escasas, mientras que Amazonas y el oeste de Pará experimentaron mejores condiciones de humedad, lo que favoreció la siembra de soja en el suroeste de Pará.

La región sur del país presentó el mejor balance hídrico durante este período. Las intensas lluvias, intercaladas con períodos de tiempo estable, beneficiaron tanto a los cultivos de invierno, aún en su etapa reproductiva, como al avance de la siembra de los cultivos de verano. En los últimos diez días de octubre, los períodos de tiempo seco también favorecieron la cosecha de los cultivos en maduración.