Cultivar Fênix fortalece la producción brasileña de fresas.

La tecnología de Embrapa reduce la dependencia de cultivares extranjeros y amplía el suministro nacional de plántulas.

04.11.2025 | 14:34 (UTC -3)
Cristiane Betemps, edición de la revista Cultivar
Foto de : Francisco Lima
Foto de : Francisco Lima

La producción de plántulas de la variedad de fresa BRS DC25 Fênix, desarrollada por Embrapa Clima Templado, se ha duplicado en tan solo dos años y está ganando terreno en viveros de todo el país. Desde su lanzamiento en 2023, el número de viveristas autorizados ha aumentado de 18 a 36, ​​y la producción ha pasado de 2,5 millones a más de 5 millones de plántulas, con la expectativa de superar los 10 millones en 2026.

Este avance refuerza el papel de la variedad en la reducción de la dependencia de Brasil del material genético importado, uno de los principales obstáculos en la cadena de producción de fresa. Según el investigador Sandro Bonow, de Embrapa, el crecimiento de Fênix está directamente relacionado con la escasez de variedades nacionales de alta calidad fácilmente accesibles en el mercado interno.

“Embrapa está contribuyendo a cambiar esta situación al ofrecer un cultivar con atributos que demanda el mercado y que está adaptado a las condiciones brasileñas. Esto ha permitido a los productores disponer de plántulas de calidad a precios asequibles y en el momento ideal para la siembra”, explica.

Actualmente, cerca del 98% de las fresas que se consumen en Brasil provienen de variedades extranjeras, principalmente estadounidenses, con plántulas importadas de Chile, Argentina y España. Los precios oscilan entre R$ 2,30 y R$ 3,60, cotizados en dólares, lo que incrementa los costos de producción.

Además de ser más económico, Fênix tiene garantizada la disponibilidad durante la temporada de siembra ideal, lo que amplía el período de producción y puede adelantar la cosecha, lo que se traduce en mejores precios de mercado.

Calidad, precocidad y productividad en el campo.

La variedad Fênix se desarrolló con especial atención a la precocidad, la productividad y el sabor, satisfaciendo tanto las necesidades del productor como las preferencias del consumidor. Según Bonow, la fruta destaca por su tamaño uniforme, su equilibrio entre azúcar y acidez, su color intenso y su aroma característico.

Los rendimientos varían desde 900 g por planta en un sistema semi-hidropónico hasta 1,6 kg por planta en cultivo de campo, y la cosecha puede durar hasta siete meses, comenzando entre mayo y junio.

El investigador Luís Eduardo Antunes, también de Embrapa, destaca el potencial económico: “La precocidad de Fênix permite a los productores anticiparse a la cosecha y aprovechar los precios más altos. Es una variedad que combina calidad, productividad y resistencia, fortaleciendo la soberanía nacional en la producción de plántulas”, afirma.

Expansión en regiones productoras clave

Presentada oficialmente en Expointer 2023, la variedad se expandió rápidamente por las regiones Sur y Sudeste, especialmente en Rio Grande do Sul, Paraná, São Paulo y Minas Gerais. La incorporación de nuevos viveros autorizados ha incrementado la producción a más de 5 millones de plántulas anuales. Se prevé alcanzar los 10 millones de unidades en 2026.

Antunes estima que Brasil tiene el potencial de producir hasta 350 millones de plántulas al año, considerando las aproximadamente 7 hectáreas cultivadas con fresas en el país. “Alrededor de 70 millones de plántulas se importan cada año. Fênix ocupa una pequeña pero creciente cuota de mercado y ya está atrayendo el interés de empresas extranjeras, especialmente de Europa, que buscan genética adaptada a climas más cálidos”, revela el investigador.

Reanudación de la investigación nacional sobre fresas

El programa de mejora genética de fresas de Embrapa, activo entre los años 1960 y 1980, se retomó en 2010 con especial atención a la adaptación climática y la resistencia a plagas. Tras una serie de cruzamientos y ensayos regionales, BRS Fênix se convirtió en la primera variedad comercial de esta nueva fase del programa.

Inicialmente recomendada para las regiones Sur y Sudeste, la variedad también fue aprobada para su siembra en Brazlândia (DF) en 2025, y se están realizando estudios para nuevas regiones, como Chapada Diamantina (BA).

Resultados en granjas y viveros

En Rio Grande do Sul, los productores Darceli e Ilóivia Chassot (en la foto), de la empresa SCH Morangos, probaron la variedad Fênix en un sistema hidropónico y reportaron un establecimiento del 100% de las plántulas y una floración temprana, 45 días después de la siembra. «Mantuvo un tamaño, firmeza y sabor estables durante toda la cosecha, incluso con variaciones bruscas de temperatura», informan. La pareja tiene la intención de adoptar el cultivar en el 100% de su superficie cultivada en la próxima cosecha.

En Atibaia (SP), un importante centro para el cultivo de fresas, el Gobierno Municipal estableció una alianza con Embrapa y produjo 400 plántulas de Fênix en el vivero municipal en 2025, distribuyéndolas a los productores locales.

Según el ingeniero agrónomo Marco Albertini, la acogida fue inmediata. “Ampliamos el vivero y pudimos suministrar plántulas de calidad. Los productores están reservando lotes para 2026, y muchos ya destacan la mayor rentabilidad gracias a la identificación del cultivar en el envase”, concluye. 

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