Descubrimientos revelan complejidad en el genoma de la soja
Los científicos han identificado 193.579 regiones de inicio de la transcripción (TSR) en 37.911 genes
La siembra de la primera cosecha de frijol ya concluyó en la mayoría de las regiones de Rio Grande do Sul. Sin embargo, quedan áreas por implementar en el Sur y Nordeste, especialmente en Campos de Cima da Serra, donde se adopta el monocultivo con siembra tardía. concentrado en el mes de diciembre. La información es de Emater/RS.
Para la cosecha 2024/25 en el estado, la entidad proyecta el cultivo de 28.896 hectáreas y la productividad promedio estimada es de 1.864 kg/ha.
El clima seco, con altas temperaturas, baja humedad relativa y vientos ocasionales la semana pasada, fue un factor climático desfavorable para el cultivo, que ya muestra signos de estrés hídrico.
La mayoría de los cultivos se encuentran en la fase reproductiva y las restricciones de agua en esta etapa pueden afectar la productividad. Sin embargo, hasta el momento la condición no se considera crítica.
El cultivo de soja, uno de los más importantes del estado, ha encontrado dificultades debido a la desigual distribución de las precipitaciones. En las regiones donde la humedad del suelo fue insuficiente, se suspendió la siembra, mientras que en las zonas donde llovió ligeramente, los trabajos continuaron sin mayores interrupciones.
Los cultivos plantados hasta mediados de noviembre muestran una germinación uniforme, pero las zonas recientemente sembradas sufren una emergencia irregular. La tasa de crecimiento y la necesidad de humedad adicional son decisivos para el éxito inicial de las plantas y, en algunas regiones, las semillas aún dependen de un reemplazo adecuado del agua para completar el proceso de germinación.
En relación al maíz, la siembra ya alcanzó el 84% del área prevista para la actual cosecha. El cultivo se encuentra predominantemente en desarrollo vegetativo, mientras que alrededor del 26% de las superficies se encuentran en fase de floración.
La irregularidad de las precipitaciones ha sido un factor preocupante, especialmente en los cultivos de secano, que son más vulnerables al déficit hídrico. En las regiones que registraron lluvias a principios de noviembre, los impactos fueron mitigados, garantizando mejores condiciones para las plantas. Sin embargo, en zonas donde las precipitaciones fueron escasas, la pérdida de productividad ya está consolidada.
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