La siembra de arroz en RS avanza, pero la región Central tiene retrasos

La siembra de arroz para la cosecha 2024/25 en Rio Grande do Sul está a punto de finalizar. Según la 12.ª parte del relevamiento realizado por el Instituto Rio Grandense do Arroz (Irga), ya está sembrado el 93,36% del área estimada de 948.356 hectáreas. Faltan 63 mil hectáreas (6,64%) para concluir la siembra en el estado. La región Central es la más retrasada debido a las dificultades provocadas por las frecuentes lluvias y la necesidad de reordenar zonas afectadas por inundaciones anteriores.

A la fecha se han sembrado en el estado 885.352 hectáreas. Las regiones de Frontera Occidental, Campaña y Llanura Costera Exterior están cerca de alcanzar el 100% del área planificada. La Frontera Occidental lleva la delantera con 278.763 hectáreas plantadas, lo que representa el 99,01% de las 281.542 hectáreas proyectadas. En Campaña, el ritmo es del 98,99%, con 130.422 hectáreas ya sembradas de las 131.740 previstas. La Llanura Costera Exterior alcanzó el 98,54% de la meta, con 97.947 hectáreas plantadas.

Otras regiones muestran avances significativos. En la Llanura Costera Interna se sembraron 136.297 hectáreas, lo que equivale al 94,77% de las 143.825 hectáreas estimadas. La Zona Sur, última región en iniciar la siembra, registra 158.248 hectáreas sembradas, lo que representa el 95,34% de las 165.986 hectáreas previstas.

La región Centro, sin embargo, es la que presenta mayor retraso. Hasta el momento se han sembrado 83.675 hectáreas, correspondientes al 66,48% de las 125.860 hectáreas proyectadas. Esta región fue la más afectada por la inundación de mayo de este año. Según Luiz Fernando Siqueira, gerente de Extensión Rural (Dater) del Irga, la reorganización de áreas y las frecuentes lluvias dificultaron el avance de la siembra. Destaca que la siembra en la región Central puede exceder el periodo ideal recomendado.

Siqueira explica que cinco regiones del estado deberán concluir la siembra la próxima semana. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas siguen siendo un desafío para los productores de la región Central. La frecuencia de las lluvias, incluso con baja intensidad, impide la adecuada preparación de las áreas para la siembra.