La domesticación de Ugni molinae redujo los compuestos que atraen a los depredadores

Estudio chileno revela que variedades cultivadas del berry nativo emiten menos compuestos volátiles que protegen a la planta

06.06.2025 | 08:04 (UTC -3)
Revista Cultivar

Estudio comparó compuestos volátiles de ecotipos silvestres y domesticados de la especie. ugni molinae, un arbusto originario del sur de Chile, observando cómo influye en el comportamiento de plagas de insectos y depredadores naturales. La conclusión: la planta perdió parte de sus defensas químicas naturales durante el proceso de domesticación.

Investigadores de la Universidad de La Frontera y del centro CGNA analizaron siete ecotipos: tres silvestres y cuatro domesticados, todos cultivados en las mismas condiciones.

El equipo utilizó trampas olfativas y análisis cromatográfico para medir la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV). Los resultados confirmaron que las plantas silvestres emiten significativamente más COV que sus contrapartes domesticadas.

C. defreitasi

Estos compuestos actúan como señales químicas. Algunos atraen a depredadores de plagas, como las larvas de Crisoperla defreitasiOtros repelen a los herbívoros como Myzus persicae.

Entre los compuestos más emitidos por las plantas silvestres se encuentran la 2-hexanona, el 1,8-cineol y el alfa-cariofileno, todos ausentes o en baja concentración en los ecotipos cultivados.

En la prueba olfatométrica, las larvas de crisopa prefirieron extractos volátiles de plantas silvestres. El índice de preferencia olfativa (IPO) para el ecotipo W1 (ancestral) alcanzó 1,64. En especies domesticadas, como D1, el IPO fue cercano a 1, lo que indica una falta de atracción. Los pulgones mostraron el comportamiento opuesto: se sintieron más atraídos por compuestos de ecotipos domesticados.

Esta inversión tiene consecuencias directas para la gestión agrícola. Al perder sustancias que atraen a los depredadores naturales, la planta se vuelve más susceptible a la acción de las plagas. Se rompe el ciclo ecológico de protección indirecta.

El estudio también evaluó compuestos aislados. El alfa-cariofileno y la 2,4-dimetil-acetofenona mostraron mayor atractivo para las crisopas. La 2-hexanona y el 3-hexanol favorecieron la preferencia de los áfidos. La preferencia de los depredadores aumentó con la concentración de los compuestos, hasta 100 ppm. La de los áfidos no. Este comportamiento refuerza el papel selectivo de los COV en la comunicación entre plantas e insectos.

La domesticación de U. molinae Se priorizó la productividad y el tamaño del fruto. Estas características se lograron, pero a expensas de la diversidad química defensiva. El estudio confirma la hipótesis de una menor defensa debido a la domesticación, ya verificada en especies como el tomate, el maíz y el algodón.

La investigación destaca la importancia de incorporar características ecológicas en los programas de mejoramiento. Mantener o reintroducir compuestos defensivos puede reducir la dependencia de insumos químicos. Estrategias como el cruzamiento con ecotipos ancestrales, el uso de consorcios de plantas o inóculos microbiológicos son posibles vías.

Más información en doi.org/10.3390/insects16060594

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