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La adopción del Tratamiento de Semillas en la Industria (TSI) demuestra un mercado en expansión, con expectativas optimistas para los próximos cinco años en Brasil. El investigador de Embrapa Soja, José de Barros França-Neto (en la foto), presentó un estudio detallado sobre el TSI, durante un panel en el XXII Congreso Brasileño de Semillas (CBSementes), realizado en Foz do Iguaçu (PR) la semana pasada.
Esta encuesta sacó a la luz la evolución de la ETI durante los últimos años y señaló nuevas tendencias para el futuro.
Según França-Neto, la encuesta tuvo una tasa de respuesta del 23,6%, abarcando 61 empresas de 12 estados brasileños, incluidas cooperativas. La metodología utilizada consistió en preguntas sencillas, en su mayoría de opción múltiple, para comprender el panorama actual de adopción de tratamientos de semillas en las empresas.
El último análisis se había realizado entre las cosechas 2012/2013 y 2013/2014, revelando que, en ese momento, el 30% de las semillas se vendían con TSI, aumentando al 40% en la segunda cosecha. “En ese momento estábamos muy emocionados, pensando que seguiría aumentando”, dijo el investigador. Según él, después de nueve años, una nueva encuesta mostró que, actualmente, el 36,3% de las semillas vendidas por estas empresas reciben tratamiento industrial.
“Los datos revelan que el 93,5% de las semillas tratadas utilizan insecticidas, el 92% fungicidas y el 27,5% nematicidas. Además, el 23,2% de las semillas ya cuentan con inoculantes de larga duración, como Bradyrhizobium, una tecnología que facilita la inoculación de las semillas y mejora la fijación biológica de nitrógeno”, informa el investigador. También ocupan un lugar destacado micronutrientes como el cobalto y el molibdeno, que se aplican en torno al 15% de las semillas tratadas.
França-Neto destacó que, si bien el tratamiento de semillas alcanzó actualmente el 36,2%, hay optimismo respecto al futuro. “Cuando se les preguntó sobre las perspectivas para los próximos cinco años, muchos encuestados predijeron que la tasa podría alcanzar el 55%. El aumento refleja la creciente aceptación del TSI por parte de los productores, quienes ven las ventajas de recibir semillas ya tratadas, entre ellas una mayor protección contra plagas, enfermedades y condiciones adversas en el campo, como sequía y altas temperaturas”, afirmó.
França-Neto concluyó destacando que la adopción de bioestimulantes, que ayudan a mejorar la emergencia de las plantas y su resistencia al estrés ambiental, también está creciendo y será un factor importante en el futuro del tratamiento de semillas.
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