Mayores poblaciones de orugas preocupan a los productores
Las previsiones climáticas señalan posibles periodos secos en diciembre y enero, lo que empeora la situación
Entre 2014 y 2016 se detectaron fuertes caídas en los niveles globales de agua dulce. Hasta ahora, los niveles no se han recuperado, según datos satelitales de la NASA. El descenso estuvo acompañado de una serie de sequías en varios continentes y coincidió con un aumento significativo del nivel de los océanos. La principal causa citada para este fenómeno es una secuencia de eventos climáticos como El Niño, asociado a una posible contribución del calentamiento global.
Los datos de los satélites GRACE y GRACE-FO, que monitorean la distribución del agua terrestre en todo el planeta, indican que el almacenamiento de agua terrestre (TWS) cayó drásticamente entre mayo de 2014 y marzo de 2016.
Desde entonces, el agua terrestre no ha recuperado los niveles anteriores, permaneciendo alrededor de 1 cm por debajo del nivel equivalente en altura del agua en relación al período anterior. El descenso comenzó con una intensa sequía en el noreste de América del Sur y fue seguida por sequías en otros cuatro continentes, que impidieron la recuperación de los niveles globales de agua terrestre.
Aunque las sequías están relacionadas principalmente con episodios consecutivos de El Niño entre 2014 y 2016, el estudio plantea la hipótesis de que el calentamiento global puede haber empeorado la situación al aumentar la evapotranspiración y la frecuencia de los episodios de sequía.
Además, desde 2015 también se investiga la discrepancia entre dos estimaciones independientes del nivel medio del océano: una basada en datos GRACE y la otra en datos de altimetría satelital combinados con mediciones de la temperatura del océano obtenidas por los flotadores Argo. Sin embargo, no hay pruebas de que la divergencia esté directamente relacionada con la caída del almacenamiento de agua terrestre.
El estudio también destaca la contribución de los eventos de sequía que ocurrieron después de la sequía en América del Sur, lo que indica que jugaron un papel crucial en el mantenimiento de niveles bajos de TWS.
La caída abrupta y posterior comportamiento de los niveles de agua terrestres se consideran eventos únicos dentro de la serie temporal de datos GRACE, iniciada en 2002. La caída no estuvo acompañada de una recuperación significativa, a diferencia de eventos anteriores, que mostraron recuperación en unos pocos meses.
Se puede obtener más información en doi.org/10.1007/s10712-024-09860-w
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