La siembra de soja alcanza el 60% del área estimada en RS
La productividad se proyecta en un promedio de 3.179 kg por hectárea
La rentabilidad de la caña de azúcar, a pesar de jugar un papel esencial en el agronegocio brasileño, ha enfrentado constantes amenazas de plagas como el gorgojo de la caña de azúcar (esfenóforo levis), considerado uno de los más dañinos para los cañaverales. Según estudios, las pérdidas provocadas por este insecto plaga pueden alcanzar hasta 30 toneladas por hectárea (t/ha), entre otras pérdidas.
La forma de vida del gorgojo de la caña de azúcar ayuda a explicar este daño potencial a los campos de caña de azúcar. Sus larvas se desarrollan en el interior de la planta, alimentándose de los retoños y comprometiendo la absorción de nutrientes y agua. Este proceso provoca la muerte de las raíces y el secado de las hojas desde fuera hacia dentro, señales que los agricultores deben observar con atención.
“Las pérdidas causadas por esta plaga son relevantes e incluyen una reducción en la productividad y longevidad de los cañaverales, aspectos cruciales para la sostenibilidad económica de la producción”, explica. Mateo Bis (en la foto arriba), Coordinador Técnico de Mercado de Nitro, multinacional brasileña productora de insumos especiales para la agroindustria.
Ante la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles y eficientes para combatir el gorgojo de la caña de azúcar, expertos señalan que el uso de bioinsecticidas es una alternativa prometedora, como los insecticidas biológicos a base de Beauveria bassiana. Desarrollado a partir de hongos, ofrece un control específico que no afecta negativamente a los enemigos naturales de la plaga. De esta manera, se ayuda a mantener el equilibrio ecológico del cultivo de la caña de azúcar, favoreciendo una producción más sostenible y de largo plazo, sin comprometer la rentabilidad de los cañaverales.
A diferencia de los métodos químicos tradicionales, que pueden provocar resistencia a las plagas, la solución biológica no produce este efecto secundario, preservando la eficacia del manejo por más tiempo. “Los agricultores buscan cada vez más soluciones que combinen productividad y sostenibilidad, garantizando que el control de plagas no comprometa el ecosistema circundante. Y el uso de productos biológicos ha garantizado una protección eficaz de este cultivo”, añade Bis.
La caña de azúcar es uno de los principales productos de la agroindustria nacional. Según datos de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la producción brasileña en la cosecha 2023/2024 registrará 713,2 millones de toneladas, récord para esta cosecha. El comercio exterior también refuerza el papel protagonista de Brasil en este cultivo. Actualmente, Brasil es el mayor productor y exportador de azúcar del mundo, así como el segundo productor de etanol de caña de azúcar.
En este contexto en el que la caña de azúcar es estratégica para el desarrollo económico y energético de Brasil, la adopción de prácticas sostenibles en el control de plagas, conciliando productividad y eficiencia, es esencial para mantener la competitividad y la resiliencia del sector frente a los desafíos ambientales y de mercado.
“Como uno de los líderes globales en este sector productivo y exportador, la prioridad de los productores nacionales debe ser mantener la competitividad a través de inversiones asertivas y estratégicas en prácticas y herramientas sostenibles. Y el manejo eficiente con el uso de biológicos es fundamental para controlar las plagas, garantizando la producción y longevidad de los cañaverales sin comprometer el equilibrio ambiental”, concluye.
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