La chinche verde amenaza la productividad del maíz fuera de temporada
Los daños son más intensos en condiciones de sequía
Los impactos de las adversidades climáticas, como sequías prolongadas y regímenes de lluvias mal distribuidos, han causado pérdidas significativas en la producción de soja en Brasil. Los investigadores José Renato Bouças Farias y José Salvador Foloni, de Embrapa Soja, explican que es posible minimizar las pérdidas mediante el uso de tecnologías ya disponibles.
Brasil cultiva soja en alrededor de 45 millones de hectáreas, de las cuales menos del 5% son de regadío. La dependencia de la lluvia hace que el país sea vulnerable a los efectos del cambio climático, que ha intensificado condiciones adversas, como los veranos: períodos prolongados de déficit hídrico combinados con altas temperaturas.
Para mitigar los efectos de la sequía, Farias y Foloni destacaron una serie de tecnologías divididas en estrategias de corto, mediano y largo plazo.
Algunas de las estrategias a corto plazo:
Estrategias de mediano y largo plazo:
A pesar de la existencia de estas tecnologías, muchos productores aún enfrentan dificultades de implementación debido a los costos iniciales y la falta de información.
Según Foloni, es fundamental intensificar la transferencia de tecnología para garantizar que las buenas prácticas lleguen a los agricultores.
Además de las tecnologías, los investigadores destacaron la importancia de políticas públicas como seguros agrícolas y financiamiento accesible. Estas medidas ayudan a mitigar las pérdidas financieras causadas por fenómenos climáticos extremos y garantizar la sostenibilidad del sector.
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