Emater-MG recomienda prácticas sustentables para reducir los impactos de la sequía en el campo

Entre las acciones recomendadas se encuentran la construcción de represas y el uso de plantas de cobertura del suelo.

26.09.2024 | 14:15 (UTC -3)
Marcelo Varella
Foto: divulgación
Foto: divulgación

El cambio climático, con efectos cada vez más intensos, exige acciones para garantizar la producción agrícola y la preservación de los recursos naturales. El sector agrícola, en particular, se ha reinventado para garantizar la sostenibilidad del campo y un suministro regular de alimentos a la población. En este escenario, la Empresa de Asistencia Técnica y Extensión Rural de Minas Gerais (Emater-MG) juega un papel fundamental, implementando técnicas para vivir la sequía y apoyando a los productores rurales en la adaptación a esta nueva realidad.

“Este año los cambios se concentraron principalmente en un aumento de la temperatura promedio y un déficit hídrico. Estamos en un período en el que normalmente no llueve, pero los últimos meses han sido atípicos, con el suelo presentando un mayor déficit hídrico debido al aumento del calor”, explica el coordinador técnico estadual de la Emater-MG, Bernardino Cangussu.

Según Cangussu, proteger el suelo para recargar el nivel freático es fundamental para garantizar una buena producción en lugares con sequía constante. “El suelo es el principal tanque de almacenamiento de agua que tenemos en la propiedad”, afirma.

Una de las técnicas impulsadas por Emater-MG es el uso de cultivos de cobertura para mejorar el suelo y el sistema de producción. Estas plantas no sólo previenen la erosión, sino que también buscan nutrientes en capas más profundas y aumentan la porosidad del suelo, facilitando la infiltración del agua.

Desde 2021, Emater-MG ya ha implementado alrededor de 700 unidades de demostración con este sistema en todo el estado. Los cultivos de cobertura se cultivan intercalados con cultivos comerciales, como café, frutas y cereales. La técnica consiste en plantar una mezcla de semillas de diferentes especies, manejándolas entre líneas de cultivo.

“Las raíces de los cultivos de cobertura alcanzan diferentes profundidades, lo que favorece la aireación, rompe la compactación del suelo e incorpora materia orgánica a las capas inferiores, además de crear galerías que facilitan la infiltración del agua. La paja que queda después del corte de los cultivos de cobertura protege y ayuda a reducir la temperatura del suelo”, explica Cangussu.

La productora Christina Ribeiro do Valle, del municipio de Guaranésia, en el sur de Minas, comenzó a cultivar cultivos de cobertura en una plantación de café hace cuatro años. Utiliza pasto brachiaria, girasol, nabo forrajero y mijo. Después de la siega, estas plantas permanecen entre las líneas de café, protegiendo el suelo.

Foto: divulgación
Foto: divulgación

“Nunca más dejaré de utilizar cultivos de cobertura. Si coloca un termómetro en el suelo desnudo con tanto calor, marcará alrededor de 40 grados. Con la funda esta temperatura baja mucho. Además, durante la temporada de lluvias, los cultivos de cobertura han impedido que la escorrentía llegue a la carretera. Retienen agua”, comenta el productor.

Otra práctica difundida por Emater-MG es la construcción de cuencas de recolección de agua de lluvia, conocidas como 'barraginhas'. Estos embalses, además de prevenir la erosión provocada por las inundaciones, ayudan a almacenar e infiltrar el agua de lluvia, recargando el nivel freático.

Una técnica con resultados similares son las terrazas, popularmente llamadas 'contorno', utilizadas generalmente en zonas inclinadas. Su función es reducir la velocidad de las inundaciones durante la temporada de lluvias, facilitando la infiltración del agua. “Cuanta más agua se almacene en el suelo durante la temporada de lluvias, más agua estará disponible durante la sequía”, advierte el coordinador.

Foto: divulgación
Foto: divulgación

Además de las prácticas de conservación de suelos, Emater-MG desarrolla acciones continuas en propiedades rurales para cercar nacientes y restaurar bosques ribereños en ríos y arroyos.

Norte de Minas

La región norte de Minas ha sido una de las más castigadas del estado en la última década, enfrentando largos períodos de sequía. Un informe agroclimático de Emater-MG señala que, de enero a agosto de este año, alrededor de 170 mil familias campesinas fueron directamente afectadas por la sequía. El estudio en la región también identificó el secado de más de 300 cursos de agua, entre arroyos, ríos y embalses.

Como parte de las acciones para convivir y mitigar los efectos de la sequía, Emater-MG está orientando a más de 50 mil productores en la producción de alimentos energéticos para su rebaño ganadero. Entre las iniciativas se encuentran la siembra de cultivos forrajeros, la producción de ensilaje y el fomento del cultivo de cultivos más adecuados para la región, como sorgo forrajero, palma, yuca y caña de azúcar. Estas acciones abarcan 225 municipios, incluidos los valles de Mucuri y Jequitinhonha.

Otra medida implementada en estas localidades, en colaboración con las alcaldías y la Secretaría Estatal de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Seapa), fue la apertura de 8,6 cuencas de captación de aguas pluviales y la construcción de 257 kilómetros de terrazas, en los últimos dos años. Más de 2 mil hectáreas ocupadas con pastos y tierras de cultivo fueron conservadas con 'contornos'.

“Estimamos que este conjunto de acciones permitirá la retención e infiltración de más de 12 millones de metros cúbicos de agua por año”, dice el gerente regional de Emater-MG en Montes Claros, José Arcanjo Pereira.

Recuerda que Emater-MG en la región también apoya a los productores en la obtención de crédito rural de emergencia, brindando orientación técnica en proyectos de abastecimiento de agua y en negociaciones con instituciones financieras.

En enero de 2024, la empresa también donó semillas de frijol a agricultores familiares afectados por la grave sequía del año anterior. Más de 12 mil familias beneficiadas, principalmente de las regiones Norte, Noroeste y de los valles de Jequitinhonha, Mucuri y Rio Doce. Cada familia recibió 10 kilos de semillas.

Balance de incendios

La prolongada sequía, combinada con el aumento de las temperaturas este año, fue un entorno favorable para la gran cantidad de incendios en todo el país. Un estudio realizado por Emater-MG muestra que, de julio a septiembre, el fuego afectó a 110 mil hectáreas de pastos en Minas Gerais. El área representa el 0,5% del área total del estado ocupada por pastos.

En relación a la caña de azúcar, 50,8 mil hectáreas fueron afectadas, equivalente al 5,97% del total de la cosecha minera. El estudio también muestra que el incendio se registró en 2,1 hectáreas de café (0,26% del total) y 467 hectáreas de fruticultura (0,55% de la superficie ocupada).

Las áreas de bosque plantado registraron 16,8 mil hectáreas con incendios, equivalente al 0,89% del total. El relevamiento se realizó en 687 municipios, de los cuales 447 (65,1%) registraron algún daño a las actividades agrícolas provocado por el fuego.

Compartir

Newsletter Cultivar

Reciba las últimas noticias sobre agricultura en su correo electrónico

Tractor LS febrero