El nematodo del tallo verde continúa siendo un desafío para el cultivo de soja

Investigadores de Embrapa destacan los impactos devastadores de la plaga, que puede provocar pérdidas de hasta el 60%

09.12.2024 | 09:01 (UTC -3)
Revista Cultivar

El nematodo del tallo verde, anteriormente conocido como “Crazy Soy 2”, ha provocado importantes pérdidas en el cultivo, pudiendo alcanzar pérdidas del 60% en las zonas afectadas. Los investigadores de Embrapa Soja Maurício Meyer y Luciane Favoretto destacan la gravedad del problema y las estrategias de gestión para abordarlo.

Actualmente, el área infestada por el nematodo del tallo verde se estima en 6,3 millones de hectáreas, abarcando regiones del norte de Mato Grosso, Pará, Maranhão, Tocantins, Rondônia y Amapá. Las condiciones climáticas cálidas y lluviosas son especialmente favorables para el desarrollo de la plaga.

“En algunos casos, la pérdida es total, lo que lleva al productor a destruir el cultivo y optar por otro”, destacó Maurício Meyer. Esta situación requiere una mayor atención para prevenir la propagación de la plaga y mitigar sus impactos.

Un comportamiento único

A diferencia de otros nematodos que se concentran en las raíces, Aphelenchoides besseyi prefiere los tejidos vegetales tiernos, como las inflorescencias. Esta característica hace que la gestión sea al mismo tiempo un desafío y una oportunidad.

“Al estar situada en partes más expuestas de la planta, el control químico o biológico puede ser más eficaz”, explica Luciane Favoretto.

Los síntomas incluyen deformaciones en las hojas, necrosis de las inflorescencias y retención de la maduración de los tallos y vainas, dando como resultado granos verdes o podridos.

Estos signos ayudan a los productores a identificar la presencia del nematodo, pero la confirmación debe hacerse con análisis de laboratorio específicos, que requieren la recolección de la parte aérea de la planta, especialmente durante la floración.

Estrategias de gestión

Para combatir el nematodo, los expertos destacan tres pilares principales:

  • Prevención de entrada: asegurarse de que las semillas, especialmente las forrajeras, estén libres de nematodos, enviando muestras para su análisis antes de la siembra.
  • Interrupción de energía: Alterne cultivos hospedantes, como algodón y soja, con pastos que no alimenten al nematodo. Esto reduce su población con el tiempo.
  • Control ambiental y químico: Es fundamental anticiparse a la desecación y al uso de productos químicos o biológicos. Sin embargo, el posicionamiento de estas herramientas aún requiere más estudios para garantizar su eficacia en el campo.

La cooperación es esencial

Los investigadores destacan que la propagación del nematodo puede ocurrir a través de semillas, viento o paja contaminados. Por lo tanto, las acciones colectivas entre productores son cruciales para controlar su expansión y proteger áreas libres de plagas.

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