El MAP acumula un declive y cambia el panorama de los fertilizantes.

Una devaluación del 10% en siete semanas refleja ajustes del mercado y podría favorecer los términos de intercambio en 2026.

03.11.2025 | 15:50 (UTC -3)
Valeria Campos

Los precios del MAP (fosfato monoamónico), uno de los principales fertilizantes utilizados en la agricultura brasileña, han caído continuamente en las últimas semanas. Según una encuesta de StoneX, una empresa global de servicios financieros, tras siete descensos consecutivos, el producto ha acumulado una caída del 10% en los puertos del país durante las últimas siete semanas, revirtiendo parte de las ganancias observadas en el primer semestre de 2025.

Entre principios de año y mediados de septiembre, el precio del MAP (agregado mapeado) aumentó aproximadamente un 15% en el mercado brasileño, lo que presionó a la baja los términos de intercambio con productos agrícolas como la soja y el maíz. El incremento en el costo de este insumo redujo el poder adquisitivo de los productores y desalentó la demanda, impactando directamente las importaciones. Entre enero y septiembre, Brasil importó poco más de 2,5 millones de toneladas de MAP, una disminución del 22% en comparación con el mismo período de 2024.

Ante el alza de los precios, los productores buscaron alternativas. Las importaciones de superfosfato simple (SSP) y NP (un producto que contiene nitrógeno y fósforo), fertilizantes con menor concentración de fósforo, aumentaron un 18 % y un 50 %, respectivamente, según datos recopilados por StoneX. La elección de productos de menor costo refleja los esfuerzos de los agricultores por contener los gastos en un contexto de márgenes ajustados.

Según Tomás Pernías, analista de inteligencia de mercado de StoneX, este movimiento indica que el sector está atravesando un proceso de ajuste. «Los importadores prestan mayor atención a la volatilidad internacional y a la dinámica del tipo de cambio, buscando equilibrar coste y riesgo en sus decisiones de compra. Esta postura estratégica tiende a prevalecer, incluso ante precios más bajos», observa el experto.

A pesar de la reciente bajada de precios, el momento no es el ideal para el mercado interno. La mayoría de las compras de fertilizantes se realizan en los meses previos a la cosecha, cuando los distribuidores reabastecen sus existencias y los productores se aseguran los suministros necesarios. Por lo tanto, es probable que el impacto inmediato de la bajada de precios sea limitado.

“Esta corrección en los precios del MAP es positiva para los compradores, pero se produce en un momento en que el volumen de compras para la cosecha actual ya está prácticamente consolidado. Si esta tendencia a la baja persiste, el escenario para 2026 podría ser más favorable, con términos de intercambio más equilibrados y una recuperación de la demanda de este tipo de fertilizante”, concluye en su análisis.

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