El Gobierno Federal regula la inspección de productos vegetales.

El nuevo decreto define criterios con impacto directo en la agroindustria y el comercio.

04.11.2025 | 14:35 (UTC -3)
Revista Cultivar
Foto de : Wenderson Araujo
Foto de : Wenderson Araujo

El Decreto N° 12.709/25, publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión, regula la inspección de productos de origen vegetal en Brasil. La medida afecta directamente a los productores rurales y define nuevos requisitos en materia de calidad, identidad, inocuidad y trazabilidad de alimentos, bebidas y otros productos de la cadena de suministro de origen vegetal.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAPA) será responsable de todas las inspecciones. La normativa se aplica a productos nacionales, de exportación e importados. Las inspecciones pueden realizarse en cualquier etapa de la producción o comercialización. El objetivo es garantizar que el producto final llegue al consumidor con calidad y seguridad.

El decreto considera producto de origen vegetal todo lo que proviene del campo: frutas, hortalizas, cereales, semillas, bebidas, aceites, fibras, algas, hongos y subproductos con valor económico. También se incluyen en la lista los ingredientes utilizados en la alimentación animal.

Patrones de identidad

Para los productores, la normativa exige atención a los estándares de identidad y calidad. Esto incluye apariencia, composición, clasificación, nombre, empaque y etiquetado. Los productos con defectos, contaminantes o que no cumplan con los estándares establecidos pueden ser rechazados. Lo mismo aplica a los productos que mezclan ingredientes de origen vegetal y animal, cuando el ingrediente vegetal es predominante.

El decreto también modifica la forma en que el gobierno trata las bebidas. Jugos, refrescos, vinos, cachaça, cervezas, tés y otras bebidas se regirán ahora por criterios más estrictos. Cada tipo de bebida tendrá su propia normativa, definida en una ley complementaria del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA).

El etiquetado es fundamental. Las etiquetas deben informar con precisión a los consumidores sobre el contenido del producto. Está prohibido usar términos o imágenes que puedan confundirlos. Los productos con nombres como «zumo natural» o «café con guaraná» solo pueden usar estos términos si realmente contienen esos ingredientes. Los productos vendidos en línea también deberán cumplir con estos requisitos.

programa de autocontrol

Otro punto importante es el programa de autocontrol. Todos los agentes de la cadena de producción deben mantener registros de producción, calidad, trazabilidad e inocuidad del producto. Los pequeños productores y agricultores familiares pueden participar voluntariamente, pero deben tener en cuenta que quienes deseen vender al gobierno, por ejemplo, podrían tener que cumplir con estos requisitos.

El decreto también refuerza las normas de clasificación de productos vegetales. Productos como frutas, cereales y hortalizas deben clasificarse según las normas del MAPA (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento). Esta clasificación puede ser realizada por empresas acreditadas o por funcionarios capacitados, en el caso de compras públicas.

Para los viticultores, la normativa establece reglas específicas. La producción de vino y sus derivados deberá respetar límites mínimos de uso de la uva. El gobierno podrá ajustar estos límites según la cosecha y las regiones productoras.

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