Café más caro: desafíos climáticos afectan cosecha 25/26

El mercado del café brasileño continúa enfrentando desafíos importantes debido a las condiciones climáticas adversas y las fluctuaciones económicas. Luego de un período de sequía prolongada hasta septiembre de 2024, las lluvias regresaron a las regiones productoras, beneficiando la formación de flores y el llenado de granos. Además, después de las fuertes lluvias de principios de febrero, el clima ha vuelto a ser seco y caluroso en Brasil, lo que genera incertidumbre sobre sus efectos adversos en 2025/26.

Aunque los impactos del clima afectan la producción, los datos del INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) muestran que el “café” ha comenzado a pesar más en los bolsillos de los brasileños. Pese al ajuste del salario mínimo, la participación del café en el ingreso del consumidor aumentó, lo que podría impactar negativamente el consumo a lo largo de 2025, si los precios se mantienen en niveles más altos.

Producción y suministro: el arábica en declive, el conilon en recuperación

Las proyecciones de Hedgepoint Global Markets indican una caída del 4,9% en la producción de Arábica para 2025/26, totalizando 41,1 millones de sacos. Esta disminución refleja tanto las condiciones climáticas adversas como la menor superficie plantada.

Por el contrario, el conilon puede mostrar una recuperación, con un estimado de 23 millones de sacos, un aumento de 14,3% en comparación con el ciclo anterior, impulsado por condiciones climáticas más favorables e inversiones en expansión del área. Sin embargo, los bajos stocks y un aumento esperado en el uso de la variedad en la mezcla nacional pueden limitar las exportaciones en los próximos meses.

Las ventas de la cosecha 2024/25 se mantienen por encima de la media, con gran parte de la producción ya vendida, lo que reduce la disponibilidad de granos en la temporada baja. Brasil ha logrado satisfacer la demanda mundial hasta ahora, pero los envíos pueden ser limitados en los próximos meses, especialmente para el conilon, cuyos volúmenes de exportación en enero ya reflejan esta restricción.

Incertidumbres en Asia y América Central

En el panorama internacional, se espera que Indonesia muestre una recuperación en la cosecha 2024/25, mientras que Vietnam aún enfrenta una oferta limitada, con un posible pronóstico de mejora en la cosecha 2025/26. Con el aumento de los precios en el mercado mundial y en Brasil, los productores de diversos orígenes están frenando sus ventas, esperando precios aún más altos.

Por otro lado, vale la pena recordar que nos acercamos no sólo a la cosecha 25/26 en Brasil, sino también en Indonesia, lo que podría traer cierto alivio en el mediano plazo.

En Centroamérica, se espera que Honduras y México registren cosechas menores en 2024/25, mientras que Colombia podría compensar parte de la disminución, con una producción estimada de 12,5 millones de sacos.

En Europa, el mayor consumidor de café del mundo, hasta ahora no se han observado signos significativos de una caída en el consumo. Sin embargo, es posible que se produzca un cambio en este escenario debido a los altos precios y los bajos inventarios. Aunque las existencias del bloque se recuperaron a fines de 2024, impulsadas por grandes importaciones del bloque, en parte debido a la regulación EUDR, siguen estando por debajo del promedio.

Equilibrio global y perspectivas futuras

El mercado del café apunta a un cuarto año consecutivo de déficit en 2024/25, dado que se espera que la oferta sea menor que la demanda. El día 25/26, la caída esperada en la producción brasileña podría limitar una posible recuperación de la oferta global, incluso ante una posible caída de la demanda, aunque todavía es pronto para proyecciones más precisas sobre otros países.

Entre los principales factores a monitorear en los próximos meses están las condiciones climáticas en Brasil, los diferenciales de precios en los principales orígenes, la comercialización de la cosecha brasileña y los altos precios y su efecto en la demanda global. Con un mercado altamente volátil y costos operativos en aumento, el sector deberá permanecer atento a los desafíos de corto, mediano y largo plazo.