El aumento de la superficie cultivada de soja en Goiás impulsa la cosecha 2025/26.

StoneX prevé un ligero aumento de la producción nacional, si bien las condiciones meteorológicas siguen siendo un factor determinante para el progreso de la siembra.

03.11.2025 | 14:53 (UTC -3)
Valeria Campos

Las estimaciones de noviembre para la cosecha de soja y maíz de verano de 2025/26 se mantienen prácticamente sin cambios. Según StoneX, una empresa global de servicios financieros, esto se debe a que ambos cultivos se encuentran al inicio de su ciclo.

En el caso de la cosecha de soja 2025/26, se registró un ligero aumento del 0,1% con respecto a la estimación de octubre, con una producción proyectada de 178,9 millones de toneladas. Este ajuste se debió a un incremento de 50 hectáreas en la zona de Goiás.

El clima sigue siendo un factor decisivo. Las lluvias irregulares han retrasado la siembra en varias regiones, obligando en algunos casos a replantar. Los pronósticos a largo plazo indican meses más lluviosos y precipitaciones más regulares, un escenario favorable para la cosecha, que actualmente se estima en un nivel récord.

En cuanto al maíz de verano, la estimación de noviembre se mantiene sin cambios respecto al informe de octubre de StoneX, situándose en 25,6 millones de toneladas, un nivel ligeramente superior al del ciclo anterior. Al igual que con la soja, se realiza un seguimiento exhaustivo del clima, dado que la producción de maíz se concentra en verano en gran parte del país, destacando Minas Gerais y Rio Grande do Sul por registrar los mayores volúmenes.

En cuanto a la oferta y la demanda, en el caso de la soja, la atención se centra en las exportaciones, tras las negociaciones entre Estados Unidos y China sobre los aranceles comerciales. Para el maíz, se prevé un mayor consumo interno, impulsado por la producción de etanol de maíz.

Segunda cosecha de maíz

La primera estimación de StoneX para la segunda cosecha de maíz del ciclo 25/26 apunta a una producción de 107 millones de toneladas, un 4,1 % inferior a la del ciclo anterior. A pesar de la expectativa de un aumento del 1,3 % en la superficie sembrada, impulsado por la buena rentabilidad de la cosecha del ciclo 24/25, la productividad de la segunda cosecha sigue siendo incierta.

Este año, las condiciones climáticas favorecieron los rendimientos, pero la siembra posterior a la soja se enfrenta a riesgos de falta de lluvia y posibles retrasos. Aún es pronto para tomar decisiones definitivas, incluso respecto a la superficie a sembrar, ya que la siembra no se realizará hasta el próximo año.

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