Manejo correcto de la hierba de caballo

Por Luan Cutti, Tiago Edu Kaspary, Gabriele Casarotto y Gerarda Beatriz Pinto da Silva (UFRGS)

22.03.2022 | 14:36 (UTC -3)

Además de las pérdidas debidas a la competencia por recursos como la luz, el agua y los nutrientes, las plantas de caballo sirven como huéspedes para insectos como chinches y orugas, lo que empeora las pérdidas de productividad. Con una vertiginosa capacidad de multiplicación y un historial de resistencia a herbicidas, esta maleza necesita ser manejada correctamente, combinando prácticas culturales y de control químico.

Actualmente, la necesidad de controlar las malas hierbas en las zonas agrícolas es una práctica recurrente y de suma importancia para los agricultores. Algunas especies invasoras se encuentran habitualmente en los campos de cultivo debido a características ligadas a su adaptabilidad ecológica, la capacidad de adaptación al sistema de manejo utilizado y la evolución de la resistencia a los herbicidas. La presencia de dichas especies provoca pérdidas en la productividad de los cultivos debido a la competencia por recursos como luz, agua y nutrientes y porque son huéspedes alternativos de plagas.

Entre las numerosas especies de malezas que se encuentran en las áreas agrícolas, especialmente aquellas cultivadas con soja en Brasil, la hierba de caballo se considera la más importante debido a su alto potencial competitivo y su impacto en la productividad de los cultivos. La reducción de la productividad se produce en función del número de plantas por m². Por lo tanto, altas infestaciones pueden reducir el rendimiento del cultivo de soja hasta en un 80% y, aunque su ocurrencia sea baja, las pérdidas son significativas.

Las plantas conocidas popularmente como hierba de caballo pertenecen al género Conyza, y puede ser de tres especies diferentes, Conyza canadensis, C. bonariensis y C. sumatrensis. En Brasil, C. bonariensis Es el de mayor importancia agrícola, presente principalmente en la región centro-sur. La hierba de caballo tiene una alta capacidad de multiplicación. una sola planta C. canadienses e C. bonariensis Puede producir desde 200 mil semillas hasta más de 800 mil semillas., respectivamente.

Estas semillas son ligeras y tienen “papu”, una estructura que permite que el viento la propague a largas distancias. Esta característica permite su presencia en los más diversos cultivos, como maíz, trigo, algodón, frutales y pastos. Es importante resaltar que las plantas de caballo se encuentran frecuentemente en áreas marginales, como laderas, bordes de caminos, áreas abandonadas, entre otros. Permitiendo así su multiplicación y futuras reinfestaciones en zonas cultivadas cercanas.

Figura 1 - Inflorescencia de Horseweed: Época de floración (izquierda). Semillas maduras (derecha)
Figura 1 - Inflorescencia de Horseweed: Época de floración (izquierda). Semillas maduras (derecha)

la administración de Conyza especies se realizaba hasta hace poco, especialmente en el cultivo de soja transgénica (RR), con el herbicida glifosato. Luego de muchos años de uso constante de esta molécula, más de una vez en el ciclo del cultivo, la evolución de la resistencia se produjo de manera generalizada, haciendo que el uso de este herbicida en el manejo de Conyza especies En Brasil, los primeros casos de resistencia al glifosato fueron identificados en 2007 para la especie C. bonariensis e C. canadensis. A mediados de 2010 se informó del primer caso de resistencia al glifosato en C. sumatrensis. La resistencia es el resultado del uso continuo del mismo herbicida o de diferentes herbicidas, con el mismo mecanismo de acción. Esta práctica selecciona plantas naturalmente resistentes que sobreviven y producen semillas, lo que culmina en un aumento en la frecuencia de resistencia en las zonas agrícolas.

Luego de la aparición de resistencia al glifosato, se comenzaron a utilizar otros herbicidas para controlar este invasor, como el clorimurón-etilo, que es un producto con un mecanismo de acción diferente al glifosato. Nuevamente, el uso continuo y aislado de este herbicida propició la evolución de resistencias, con biotipos de C. sumatrensis con resistencia múltiple a los herbicidas glifosato y clorimurón-etilo. Los informes de casos con resistencia múltiple reducen el espectro de herbicidas disponibles para el control de Conyza y, que no causen fitotoxicidad en cultivos de interés económico.

Figura 2 - Buca capitulums con semillas maduras dispersadas por el viento
Figura 2 - Buca capitulums con semillas maduras dispersadas por el viento

En diferentes regiones del mundo, los casos de resistencia a Conyza especies herbicidas con mecanismos de acción: inhibidores del fotosistema II (atrazina, simazina, diurón y linurón), inhibidores del fotosistema I (paraquat y diquat), inhibidores de la enzima ALS (clorsulfurón, imazapir, cloransulam-metilo y clorimurón-etilo) e inhibidores de la enzima EPSPs (glifosato ). Asimismo, se confirmaron casos de resistencia múltiple: inhibidores de la enzima EPSP + inhibidores del fotosistema I, inhibidores de la enzima ALS + inhibidores del fotosistema II e inhibidores de la EPSP + inhibidores de ALS. Este escenario alerta sobre la alta variabilidad genética de las poblaciones de caballo y el potencial evolutivo de resistencia múltiple a los herbicidas, ya que abarca prácticamente todos los mecanismos de acción utilizados en Brasil para su control. En este contexto, es fundamental el uso correcto de estos herbicidas, respetando dosis, sucesiones y etapas de las plantas pulverizadas, para evitar la pérdida total, en un futuro próximo, de la eficacia de estos productos.

El control de la maleza debe realizarse de manera integrada, utilizando métodos culturales en conjunto con métodos químicos. La presencia de densas capas de paja (más de 4 toneladas/ha), proveniente de cultivos o coberturas de invierno, proporciona una reducción drástica en la capacidad de germinación y emergencia de esta maleza. Esta reducción se produce porque la hierba de caballo tiene una germinación fotoblástica positiva, es decir, necesita luz para germinar. Las pequeñas semillas de Conyza bajo densas capas de paja no reciben el estímulo lumínico para la germinación y, por lo tanto, no hay establecimiento en la zona. La viabilidad de las semillas aún tiende a disminuir dependiendo del tiempo que permanecen en el suelo, además de aumentar la posibilidad de acción de microorganismos que las destruyan, reduciendo el banco de semillas en el suelo y futuras reinfestaciones.

Figura 3 - Capítulo de la boca, en detalle estructura de “papus” de dispersión y semillas
Figura 3 - Capítulo de la boca, en detalle estructura de “papus” de dispersión y semillas

El efecto físico de la paja sobre el suelo de forma aislada dificulta la emergencia de las plántulas, requiriendo una mayor demanda energética para que lleguen a la superficie, inicien el proceso fotosintético y se establezcan. Durante este período, muchas semillas con poco vigor no pueden emerger, lo que reduce la incidencia de la hierba de caballo en la zona. Además, las plantas que logran superar la capa de paja presentan un desarrollo lento y menos vigoroso, lo que facilita el control químico. Los cultivos de invierno como el trigo y la avena, además de ser una fuente de ingresos, aportan una densa capa de paja que conlleva una reducción de más del 90% del número de malas hierbas en la zona. También se ha demostrado que la arveja y el nabo forrajero son excelentes formadores de paja para reducir la aparición de maleza.  

El uso del control químico por sí solo sigue siendo una herramienta eficaz, pero requiere atención. Los herbicidas preemergentes, como el diclosulano, son una alternativa prometedora para reducir la infestación de maleza. En cuanto a los herbicidas post-emergentes, el uso de productos con diferentes mecanismos de acción en combinación o en sucesión proporciona excelentes resultados. Actualmente, no hay informes confirmados de resistencia del caballo a los herbicidas auxínicos, lo que los convierte en una herramienta importante en el manejo de esta maleza. Sin embargo, es importante resaltar que el uso aislado de estos productos puede seleccionar genotipos resistentes, haciendo inviable esta tecnología.

Estudios científicos han informado que la hierba de caballo puede comportarse como un huésped alternativo para plagas, como la pequeña chinche verde (Piezodorus guildinii), chinche parda de la soja (Euschistus heros) y chinche apestosa de alas negras (Meditando Edesa), y también lepidópteros, como la oruga de la soja (Anticarsia gemmatalis), falsa oruga (Crisodeixis incluye) y el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda). Además de estos insectos, productores y técnicos encontraron en 2013 la oruga Helicoverpa armígera, en avanzado estado de desarrollo, alimentándose de plantas de caballo en el estado de Mato Grosso do Sul, durante la fase de preparación para la siembra de soja. La hierba de caballo cobra importancia para estas plagas principalmente en momentos en que el suministro de alimento se reduce, es decir, entre cosechas y periodos cercanos a la cosecha. Otra especie que puede utilizar la hierba de caballo como huésped alternativo es el ácaro. Brevipalpus phoenicis, vector de la leprosis de los cítricos, que es una especie polífaga. Los estudios han encontrado la preferencia del ácaro. B. phoenicis ya que se alimenta de la base de los tricomas presentes en la superficie del tallo de la planta, sirviendo así como huésped alternativo, lo que puede contribuir a la propagación del ácaro y, en consecuencia, de la leprosis en los huertos de cítricos.

Figura 4 - Planta de maleza seis días después de la emergencia
Figura 4 - Planta de maleza seis días después de la emergencia

El manejo integrado de la maleza es la herramienta más eficaz para reducir los daños causados ​​por esta maleza. El uso conjunto de prácticas culturales y de control químico, buscando la eliminación completa de esta planta durante el período de desarrollo del cultivo, en contraestación y en huertos, es fundamental para evitar pérdidas directas de ingresos provocadas por la competencia, o pérdidas indirectas generadas por Albergó plagas oportunamente en el tábano. Finalmente, es fundamental el uso racional de herbicidas, especialmente aquellos que aún proporcionan un control satisfactorio sobre la hierba de caballo, para evitar la selección de plantas resistentes y prolongar el uso de esta herramienta de manejo.

* por luan cutti, Tiago Edu Kaspary, Gabriele Casarotto e Gerarda Beatriz Pinto da Silva (UFRGS)

Artículo publicado en el número 217 de Cultivar Grandes Culturas

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