Fertilización de pastos en suelos del centro-oeste y sur de Brasil

Por Eliana Geremia, especialista en ganadería de Mosaic Fertilizantes

04.04.2024 | 15:21 (UTC -3)

Actualmente, la superficie de pastos ocupa alrededor de 159 millones de hectáreas, alrededor del 18,5% del territorio nacional. Según la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne – Abiec, Brasil es el segundo productor y exportador de carne vacuna. Cuando analizamos los sistemas de producción, encontramos que alrededor del 87% de toda la carne vacuna producida en el país es alimentada con pasto (Embrapa, 2020). Esto proporciona una alta competitividad debido a menores costos de producción.

Cuando analizamos la producción de leche en Brasil, a pesar de la alta modernización del sistema de producción, dejando de basarse en pastos y migrando a sistemas confinados y semiconfinados, los pastos aún se encuentran como un alimento de gran importancia para el sistema de producción, siendo bajo pastoreo o incluso en forma de heno y ensilaje presecado, proporcionando una excelente fuente de fibra para las vacas lecheras.

Por esta razón, la calidad de los pastos es de importancia estratégica para el productor, con relación directa con la salud y aumento de la productividad del rebaño, ya sea de carne o lechero.

Entre las especies cultivadas en las regiones Centro-Oeste y Sur del país, algunas tienen alto potencial genético para la producción de forrajes, especialmente cuando se satisfacen sus requerimientos de fertilidad del suelo. El problema es que gran parte del suelo cubierto de pasto tiene baja fertilidad y no satisface la demanda de macro y micronutrientes esenciales para el buen desarrollo del cultivar, limitando su productividad y en consecuencia la conversión en productos animales.

Por lo tanto, para evitar la deficiencia y degradación de nutrientes, la fertilización es una estrategia de manejo necesaria para mantener el sistema de producción saludable y económicamente viable.

Cuando hablamos de fertilización de pastos, no podemos dejar de lado la necesidad de corregir suelos ácidos, ya que esto impactará directamente en el uso de nutrientes por parte de las plantas forrajeras. El análisis de suelos es una herramienta fundamental para identificar la necesidad y el tipo de piedra caliza para aumentar la saturación de bases y reducir la acidez del suelo al neutralizar el aluminio, que es tóxico para las plantas, brindando condiciones para una mayor disponibilidad de nutrientes.     

En determinadas situaciones, también es necesario el uso de yeso agrícola después del uso de piedra caliza, para corregir las capas más profundas del suelo (20 a 40 cm), cubriendo las necesidades de calcio y azufre. Este manejo, cuando es necesario, brinda condiciones para que la planta desarrolle su sistema radicular, llegando a capas más profundas en la búsqueda de agua y nutrientes.     

La región sur de Brasil se caracteriza por un clima predominantemente subtropical, con estaciones bien definidas y grandes variaciones de temperatura. Es la región más fría del país, produciéndose heladas durante el invierno. Por esta razón, las especies forrajeras adoptadas difieren ligeramente de otras regiones del país.

Los cultivos forrajeros más utilizados en esta región son: alfalfa, avena, raigrás, cultivares de pasto elefante, pasto sudán, mijo, sorgo forrajero, cultivares de trébol, cultivares del género cinodonte (Tifton, Costcross, etc.), además de campos nativos en la región sur de Rio Grande do Sul.

La región Centro-Oeste de Brasil se caracteriza por un clima tropical semihúmedo, con dos estaciones bien definidas. El verano es caluroso y húmedo, con un gran volumen de lluvia y un invierno seco. Al ser una región donde existe predominio de gramíneas del género braquiaria como marandu, xaraés, piatã y el género Panicun como tanzânia y Mombaça.

Los forrajes mencionados anteriormente se diferencian en cuanto a sus requerimientos nutricionales, siendo algunos más exigentes que otros. Por esta razón, siempre que el ganadero decide implementar un nuevo cultivar en su propiedad, es de suma importancia tener en cuenta el clima predominante de la región, las características del suelo y relieve, el manejo que mejor se adapta al sistema de producción, el grado de productividad de materia seca por hectárea deseada y el nivel de inversión para lograr esta productividad. En este sentido, debemos tener en cuenta el nivel de fertilidad de la planta forrajera elegida durante la implementación y durante el mantenimiento, y cuidarla para obtener una mayor eficiencia.

Cuando hablamos de fertilizar plantas forrajeras, el principal nutriente es el fósforo, que proporciona un mejor establecimiento de las plantas, desarrollo radicular y macollamiento. Cuanto mayor es el macollamiento, mayor es la producción de forraje y la carga animal. Este tipo de respuesta fue observada en Mombasa por Carneiro et al. (2017) quienes evaluaron diferentes fuentes y dosis de fósforo y concluyeron que la fertilización promovió mayor macollamiento, altura de las plantas y mayor producción de masa seca. Costa et al. (2017) también observaron este patrón de respuesta en el pasto Massai.

Otro nutriente importante tanto para la implantación como para el mantenimiento de las plantas forrajeras es el potasio. Los niveles de extracción de este nutriente en los pastos son altos, alrededor del 2% en la materia seca del forraje cosechado (Oliveira, 2008). Sin embargo, en los sistemas de pastoreo, hay un retorno al sistema a través del reciclaje a través de pérdidas durante el proceso de pastoreo y la deposición de heces y orina. Aun así, es necesaria la corrección del suelo en el momento de la implementación y durante el mantenimiento, ya que la deficiencia de potasio puede provocar una disminución en el crecimiento y desarrollo tanto de la parte aérea como del sistema radicular de las plantas.

El nitrógeno, a su vez, es un fertilizante sumamente importante para los sistemas de producción animal basados ​​en pastos, siendo responsable de aumentos significativos en la producción de masa seca, lo que permite aumentos en la carga animal y la ganancia animal por área. Además, la combinación de fertilización nitrogenada con azufre está bien documentada en la literatura y aporta ganancias significativas en productividad y calidad bromatológica para cultivos forrajeros.

Santos et al. (2006), evaluaron la eficiencia bioeconómica de la fertilización de pastos en el sur de Brasil y encontraron que la inversión en fertilización de pastos naturales es biológica y económicamente viable en dosis de hasta 200 kg de N/ha, con aumento de la producción de peso vivo, margen y eficiencia en la conversión de N en productos animales.

Canto et al. (2009) evaluaron la producción de ganado vacuno en crianza bajo siembra continua en pastos de Tanzania fertilizados con dosis crecientes de nitrógeno (100, 200, 300 y 400 kg/ha). La respuesta de los autores fue un aumento significativo en la producción de forraje, lo que permitió aumentar la carga animal de 3,2 UA/ha con una dosis de 100 kg de N/ha a 7,1 UA/ha con una dosis de 400 kg de N/. ha, con una ganancia media diaria de 730 g animal/día. Para dosis de 200 y 300 kg de N/ha, el aumento de la carga animal fue de 4,5 y 5,8 UA/ha, respectivamente. Con el aumento de la carga ganadera obtenido, los autores también encontraron una mayor producción animal por unidad de superficie. Estos resultados dejan claro el potencial del uso de fertilizantes nitrogenados.

Vale recordar que, siempre que intensificamos el nivel de fertilización en plantas forrajeras, es necesario aumentar la eficiencia de cosecha de este material mediante el manejo del pastoreo. Con pastoreo más frecuente, con un intervalo más corto entre pastoreo para sistemas rotativos y ajuste en la carga animal para aprovechar mejor el forraje producido en el caso de sistemas continuos. Esto asegura que todo el forraje producido se coseche en el punto óptimo, combinando la producción de hojas verdes y el valor nutricional del forraje.

Bibliografía consultada

CARNEIRO, JSS; SILVA, PSS; SANTOS, ACM; FREITAS, GA; SILVA, RR Respuesta del pasto mombasa bajo el efecto de fuentes y dosis de fósforo en la formación de fertilización. Revista de Bioenergía y Ciencia de los Alimentos, v.4, n.1, p.12-25, 2017.

COSTA, Países Bajos; JANK, L.; MAGALHÃES, JA; GIANLUPPI, V.; FOGAÇA, FHS; RODRIGUES, BHN; SANTOS, FJS Características morfogenéticas y acumulación de forraje de Megathyrsus maximus x M. infestum cv. Massai en respuesta al fertilizante fosfatado. Actas... XII Congreso Nororiental de Producción Animal.

OLIVEIRA, PPA; PENATI, MA; CORSI, M. Corrección de suelos y fertilización de pastos en sistemas intensivos de producción lechera. EMBRAPA, 2008.

SANTOS, MER & FONSECA, DM Fertilización de pastos en sistemas de producción animal. Ed. UFV, Viçosa, 2016.

*Por Eliana Geremia (en la foto), especialista en ganadería en Mosaic Fertilizers.

Compartir

Newsletter Cultivar

Reciba las últimas noticias sobre agricultura en su correo electrónico