Poder Judicial comienza a reducir penas previstas en contratos
Por Izabela Rücker Curi, abogada, socia fundadora de Rücker Curi Advocacia e Consultoria Jurídica
La lucha contra el picudo del algodón, una plaga clave en los cultivos de algodón, requiere acciones que van más allá del monitoreo y la aplicación de insecticidas. Es necesario involucrar a toda la cadena productiva de una región, ya que la estandarización de estrategias será fundamental para lograr el éxito en el combate. Anthonomus grandis, uno de los peores tormentos de los productores de algodón.
El cultivo algodonero brasileño, casi en su totalidad, se desarrolla en grandes extensiones de terreno, bajo un clima tropical, y tales condiciones favorecen el desarrollo y la multiplicación de diversas plagas que dañan el cultivo, lo que exige constantemente medidas de control para mantener la población por debajo del nivel de daño económico. En este contexto, el picudo del algodón Anthonomus grandis Boh. Se destaca como una plaga clave porque se alimenta y reproduce principalmente del algodón, y porque tiene una alta capacidad de causar daños directos y es de difícil control. Estas características de la plaga incrementaron los costos de producción en aproximadamente 360 millones de dólares en la cosecha 2015/2016, en la que se gastaron 185 millones de dólares en la adopción de técnicas para su control (Belot et al. 2016).
El picudo del algodón depende mucho del clima y especialmente del manejo adoptado. Por lo tanto, condiciones ambientales favorables como mayor humedad/lluvia y un manejo inadecuado contribuyen al aumento poblacional de la plaga. Según el Instituto del Algodón de Mato Grosso (IMAmt), en Mato Grosso la captura del insecto en trampas aumentó un 8% con respecto a la última cosecha y alcanzó el 50% en algunas regiones.
El picudo del algodón tiene una metamorfosis completa (huevo, larva, pupa y adulto) (Figura 1). Este insecto, tanto en su estado joven como adulto, es considerado una plaga clave del algodón, debido a su comportamiento de alimentación y reproducción, que se presenta en las estructuras reproductivas (brote floral y manzano) del algodón, causando daños directos al destruir el interés económico. . Los estadios jóvenes quedan protegidos dentro de las estructuras reproductivas y, de esta forma, sólo los adultos quedan expuestos a las fumigaciones. El adulto se identifica fácilmente ya que es un escarabajo de la familia Curculionidae, puede medir de cuatro a diez milímetros de largo, tiene una tribuna (pieza bucal) larga y curva, que normalmente mide la mitad del largo de su cuerpo, y su color puede variar. Marrón claro, marrón grisáceo a marrón oscuro.
Para la detección y monitoreo de adultos del picudo del algodón, fase muy importante para la toma de decisiones en el Manejo Integrado de Plagas (MIP), se encuentran disponibles en el mercado trampas desarrolladas y ampliamente utilizadas en la erradicación de la plaga en Estados Unidos. Además del uso de estas trampas, es de suma importancia la visualización de las estructuras reproductivas atacadas, realizada por el seguimiento de técnicos agrícolas en campo. El monitoreo en general es una actividad crucial para tomar decisiones correctas en el control del picudo del algodón.
Las trampas son de color verde lima, están cebadas con feromona Glandlure y deben instalarse tanto fuera de temporada como durante la cosecha. El espaciamiento adoptado para estas trampas es de entre 150 my 200 m. Estudios recientes, realizados con trampas distribuidas en áreas de las regiones Sur y Centro-Oeste de Mato Grosso, demostraron que los individuos son capturados a más de 200 metros de la frontera (dentro de la parcela), desde la fase vegetativa del algodón, incluso si en pequeñas cantidades, con un aumento gradual según la fenología del algodón, lo que demuestra el poder de las trampas de feromonas en el seguimiento.
La fase inicial de emisión de botones florales (B1) es el período más crítico y requiere mayor atención para el picudo del algodón. Estudios realizados en la década de 1960 demostraron que los machos del picudo del algodón, cuando se alimentan de botones florales, emiten feromonas, atrayendo a las hembras para aparearse; Una vez apareadas, las hembras pueden ovipositar alrededor de 200 huevos. Por tanto, un seguimiento y control eficiente en esta fase inicial (desde B1 en adelante) son de gran importancia para la reducción de la población y la buena convivencia con la plaga hasta el final del ciclo del cultivo.
1 - Monitoreo: Realizar seguimientos durante todo el ciclo del cultivo, incluso en la fase final, y de ser necesario, realizar aplicaciones de insecticidas en la fase final, con el objetivo de reducir la población de plagas durante el contraestación.
2 - Elección del insecticida: El insecticida a utilizar debe ser de alta eficiencia y estar registrado ante el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa). El productor debe rotar los principios activos/insecticidas. Los productos a base de organofosforados, carbamatos, neonicotinoides y mezclas preparadas de neonicotinoides + piretroides y organofosforados + piretroides han sido buenas opciones ya que son eficientes en el control.
3 - Pulverización secuencial: El control eficaz del picudo del algodón depende casi exclusivamente de la aplicación de insecticidas y los estudios demuestran que la mejor opción es realizar aplicaciones secuenciales, al menos tres con un intervalo máximo de cinco días. Esto asegura el control de generaciones superpuestas (flujos de emergencia), así como el control de individuos que escapan de fumigaciones anteriores.
4 - Tecnología de aplicación: el productor debe adoptar buenas prácticas tanto para aplicación aérea como terrestre (respetar temperatura, humedad, inversión térmica, mezclas, etc.).
El manejo del picudo del algodonero es mucho más complejo e involucra varias otras actividades, que van más allá del monitoreo y las aplicaciones de insecticidas. I
Incluye, por ejemplo, la destrucción de retoños, la limpieza de carreteras y el intercambio de información. Cabe señalar que todas estas acciones deben adoptarse de manera conjunta, involucrando a toda la cadena productiva del algodón de una región, ya que la estandarización de las acciones de manejo es fundamental para lograr el éxito.
Como buen ejemplo de trabajo conjunto para el manejo eficiente del picudo del algodón, es posible mencionar los Grupos Técnicos Algodoneros (GTA) de Mato Grosso, coordinados por el IMAmt y la cadena productiva del algodón en cada región. Los GTA tienen como objetivo promover el diálogo entre los miembros de esta cadena productiva y, por tanto, intercambiar información, estandarizar acciones, entre otras iniciativas que contribuyan al manejo exitoso del picudo del algodón y otras plagas y enfermedades. Es importante resaltar que cuanto más unido esté el grupo local, mejores serán los resultados, hecho observado en los diferentes GTA de Mato Grosso. Uno de los ejemplos lo encontramos en el GTA de Sapezal: antes de la formación del grupo en esta localidad, la población del picudo del algodón iba aumentando, generando grandes pérdidas y, afortunadamente, después de la formación del GTA en esta región (a partir de 2016) , a través de un fuerte trabajo conjunto entre las propiedades, hubo una reducción en el índice Bicudo/Trampa/Semana (BAS) de aproximadamente el 80%.
1- Acciones conjuntas entre productores organizar las aplicaciones de insecticidas entre propiedades vecinas (fechas, horarios y productos), concentración en actividades de manejo e intercambio de información, para la estandarización de estas acciones.
2 - Aplicaciones de insecticidas de fin de ciclo para mantener la pulverización secuencial centrada en el picudo de la cápsula incluso después de que se hayan abierto las primeras cápsulas. También aplicar insecticidas junto con la defoliación, para reducir la población al final de la cosecha.
3 - Priorización de técnicas recomendadas por Tecnología de Aplicación, realizar aplicaciones de insecticidas con equipos ideales y calibrados, ya sea en boquillas hidráulicas o giratorias, pulverizar con condiciones ambientales adecuadas (por ejemplo, viento, inversión térmica, humedad relativa, temperatura) y prestar atención a las mezclas en tanque.
4 - Instalación de tuberías del picudo del algodón (TMB) inicialmente en precosecha y mantenido hasta 30 días antes de la próxima siembra del siguiente cultivo de algodón. Se recomienda instalarlo en todo el perímetro de la plantación de algodón o, al menos, en zonas consideradas puntos de entrada y salida (refugios) de insectos.
5 - Carga y transporte adecuado de fardos, rollos y/o semillas de algodón con el objetivo de evitar la propagación de plantas a los costados de carreteras, caminos vecinales, campos de algodón, etc. Las plantas que nacen y se desarrollan (tigueras) en estos lugares albergan numerosas plagas (especialmente el picudo del algodón), y al no haber manejo de estas plantas, los insectos fitófagos permanecen y se multiplican, migrando posteriormente a cultivos comerciales.
6 - Destrucción eficiente de cultivos de socas y buen manejo de plantas de tiguera: uno de los principales factores que ha contribuido al aumento poblacional del picudo del algodón es el rebrote de socas y la presencia de plantas de tiguera en las parcelas/áreas de siembra. Debido a que la plaga se desarrolla y reproduce solo en el algodón, eliminar las plantas fuera de temporada reduce la posibilidad de que la plaga permanezca en el sistema.
7 - Cosecha rápida y bien hecha, porque cuanto más concentrados en un período corto, mayor será el intervalo para la destrucción de restos culturales en los bienes.
8 - Cumplimiento del vacío sanitario, previsto por normativa, en el que no se permite el cultivo y/o presencia de plantas de riesgo fitosanitario en las zonas.
El cultivo algodonero brasileño se ha vuelto cada vez más dinámico y tecnológico, lo que contribuye al aumento de la producción y a la consolidación de Brasil en el escenario mundial como gran productor. Sin embargo, todo este dinamismo va acompañado de la alta complejidad que supone el cultivo en grandes superficies, lo que muchas veces dificulta la realización de algunas acciones imprescindibles para el manejo del gorgojo, como el seguimiento, aplicaciones en intervalos cortos de tiempo (con un máximo de cinco días entre cada solicitud) y destrucción de restos culturales. De esta manera, la unión de todos los involucrados en la cadena productiva del algodón es de suma importancia para lograr un control efectivo de la plaga, a través de la cooperación y el intercambio de información, y principalmente asegurando la adopción de estrategias de manejo de manera rígida y uniforme.
Eduardo Moreira Barros, Syngenta Crop Protection LTDA; Guilherme Gomes Rolim, Instituto del Algodón de Mato Grosso (IMAmt); Lucas Souza Arruda, Universidad Federal Rural de Pernambuco (UFRPE); Jacob Crosariol Netto, Instituto del Algodón de Mato Grosso (IMAmt)
Artículo publicado en el número 232 de Cultivar Grandes Culturas, septiembre de 2018.
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