Lechuga: comprenda qué es la quemadura de las puntas, por qué se produce y cómo minimizarla
Por Natalia Teixeira Schwab, Universidad Federal de Santa María
La agroindustria brasileña ha sido líder en la búsqueda de soluciones que combinen productividad y sostenibilidad. Una de las vías prometedoras para esta transformación es la creciente adopción de combustibles alternativos en la maquinaria agrícola, lo que contribuye a un sector más eficiente y responsable con el medio ambiente.
Brasil cuenta con una matriz energética privilegiada. El etanol, por ejemplo, ya es una realidad consolidada en la movilidad urbana y tiene un inmenso potencial en el campo. El biometano, derivado de los residuos de los ingenios de maíz y caña de azúcar, también se presenta como una alternativa estratégica: además de ser sostenible, puede producirse en las propias explotaciones agrícolas, lo que aumenta la seguridad energética del productor y reduce su dependencia de la volatilidad del diésel.
En AGCO, nos comprometemos a liderar esta transición energética con un enfoque centrado en el agricultor, basado en la innovación tecnológica e impulsado por el objetivo de descarbonizar la agricultura de forma viable y eficiente. Actualmente, nuestras máquinas ya funcionan con motores electrónicos que cumplen con las normas de emisiones más exigentes, como MAR-1, y ya trabajamos activamente en la siguiente fase, MAR-2, centrada en la reducción de NOx (óxidos de nitrógeno que contribuyen a la contaminación atmosférica) y las partículas presentes en los gases liberados por el motor durante la combustión.
Nuestro departamento de ingeniería se dedica al desarrollo de máquinas que funcionan con combustibles renovables. Sin embargo, la transición energética requiere mucho más que un simple cambio de combustible; la viabilidad depende de cada componente de la máquina que necesita ser ajustado: transmisiones, sistemas hidráulicos, refrigeración y electrónica de a bordo. Se trata de una verdadera reingeniería de toda la máquina.
La infraestructura también sigue siendo un desafío. Para que el biometano se convierta en una opción viable, los productores deberán invertir en biodigestores, sistemas de almacenamiento y transporte de gas. AGCO ha colaborado con clientes estratégicos para superar estos obstáculos, ofreciendo consultoría técnica y desarrollando soluciones.
Sabemos que los productores rurales brasileños hacen cálculos e invierten, pero buscan seguridad y rentabilidad. Por eso, mantenemos proyectos en colaboración con grandes agricultores, con pruebas de campo en condiciones reales de operación y análisis detallados de rendimiento, consumo, durabilidad y viabilidad económica.
Otro factor clave es la capacitación. La tecnología evoluciona rápidamente, y garantizar que los agricultores y sus equipos sepan operar estos nuevos sistemas es esencial para generar valor. Nuestros programas de capacitación y soporte posventa son una parte importante de este proceso, ya que los agricultores necesitan comprender y dominar la nueva tecnología para obtener los mejores resultados.
Por lo tanto, la transición energética es inevitable. Estamos observando avances significativos en la mezcla de biodiésel con diésel tradicional, con perspectivas de alcanzar el B20 en los próximos años. Al mismo tiempo, se prevé un aumento en el uso de etanol en maquinaria agrícola. AGCO se prepara para todos estos escenarios, desarrollando soluciones para una matriz energética agrícola diversificada y resiliente. Brasil tiene todo lo necesario para liderar este proceso. Al fin y al cabo, una agricultura más limpia, eficiente e innovadora beneficia al productor, al planeta y a todos.
por Paulo Vilela, director de ingeniería de AGCO
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