El agronegocio se convierte en un campo fértil para la nueva generación

El agronegocio brasileño ha demostrado, con fuerza y ​​consistencia, que es mucho más que un sector tradicional de nuestra economía. Hoy se presenta como un espacio de innovación, de crecimiento y, sobre todo, de oportunidades reales para los jóvenes. En 2024, romperemos un nuevo récord con más de 28 millones de personas empleadas, lo que representa el 26,02% de todas las ocupaciones en Brasil, según el Boletín del Mercado de Trabajo del Agronegocio Brasileño, elaborado por el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), en colaboración con la Confederación Brasileña de Agricultura y Ganadería (CNA). Estos números reflejan lo que hemos sentido en la práctica: el sector está expandiéndose rápidamente, abriendo puertas y renovando su perfil profesional.

Y es precisamente en este punto que conviene destacar un movimiento que venimos siguiendo de cerca: la creciente llegada de jóvenes al agronegocio. Este interés no surge por casualidad. La creciente presencia de la tecnología en el campo y a lo largo de la cadena productiva está transformando la imagen que hasta ahora se tenía del sector. Hoy en día, es posible construir una carrera sólida trabajando en áreas como administración, tecnologías de la información, logística, consultoría, marketing, entre otras.

La educación ha sido un canal importante para este acercamiento. Según el Mapa de la Educación Superior en Brasil, publicado por el Instituto Semesp, los cursos de grado vinculados al agronegocio, medio ambiente y medicina veterinaria crecieron más de 1000% en los últimos diez años. Trabajamos continuamente para ampliar la productividad del sector, pero también es necesario mostrar cómo el agronegocio representa un campo fértil de oportunidades.

Para lograrlo es necesario promover la formación técnica, diversificar la oferta y acercar a estos jóvenes al mercado laboral permanente. Y esto empieza mucho antes, todavía en la escuela, con una educación de calidad, con el contacto con la tecnología y, principalmente, con la comprensión de lo que es el agronegocio en todos sus eslabones, desde la producción hasta el consumo, del campo a la ciudad. Sólo así podremos crear una generación mejor preparada, más conectada con la realidad del sector y con más posibilidades de construir un futuro prometedor dentro de él.

En Agrishow lo hemos vivido intensamente. Como principal feria tecnológica del agronegocio de América Latina, somos escenario de una revolución que se refleja no sólo en las máquinas y equipos de última generación, sino también en el perfil del público. Lo que vemos en los pasillos es un número cada vez mayor de jóvenes conectados, curiosos, abiertos al conocimiento e interesados ​​en emprender en este universo. Muchas marcas eligen la feria como espacio de lanzamientos, precisamente porque saben que allí hay un público atento, exigente y en sintonía con las últimas tendencias.

El agronegocio brasileño es, de hecho, una puerta de entrada para quien quiere construir una carrera con propósito y con la mirada puesta en el futuro. Los datos de empleo, el aumento del interés por la formación académica en el sector y la fuerte presencia de la tecnología apuntan a un camino lleno de oportunidades. La nueva generación está invitada a ser parte de esta transformación. El agronegocio es presente, es innovación y, cada vez más, es futuro.

*Por Juan Marchesan, presidente de la feria agrícola Agrishow