Ley de Libertad Económica: un hito para las empresas
Por Larissa Milkiewicz, abogada especializada en Derecho Ambiental y agronegocios; vicepresidente de la Comisión de Derecho Agrario y Agronegocios de la OABPR
Con efectos bien conocidos sobre la productividad, la mancha de ramularia también tiene el poder de interferir con la calidad de la fibra de algodón. Por tanto, mantener la enfermedad bajo control hasta que las manzanas alcancen la madurez es una medida imprescindible para evitar pérdidas.
Mancha de ramularia del algodón, causada por el hongo. Ramulariopsis gossypii (el pecado areola ramularia), es la enfermedad más importante en los cultivos de algodón en la actualidad. La enfermedad puede provocar reducciones de la productividad de hasta un 75%, dependiendo de la susceptibilidad del cultivar, el inóculo inicial, las condiciones ambientales y las prácticas de manejo utilizadas para el control.
Los síntomas de la mancha foliar por ramularia son muy característicos y aparecen en ambas caras de la hoja, inicialmente como manchas de color blanco azulado en la cara adaxial y presencia de micelio blanco en la cara abaxial, debido a la abundante esporulación. La enfermedad puede causar daños a las células del mesófilo, a las membranas, al funcionamiento de la maquinaria enzimática, a la apertura y cierre de los estomas, afectando la transpiración, el ingreso de CO2 y la tasa fotosintética.
El inicio del proceso infeccioso se produce a partir de conidios o ascosporas producidas sobre residuos de cultivos de algodón o sobre plantas perennes de algodón, constituyendo el inóculo primario. El inóculo secundario se forma a partir de la infección de las primeras hojas y luego se propaga a través de la lluvia, el riego, el viento, las personas y las máquinas. Por lo tanto, las áreas con antecedentes de cultivo de algodón tienden a tener una mayor gravedad de la mancha foliar por ramularia.
Los efectos de esta enfermedad sobre la productividad del algodón son bien conocidos por los productores e investigadores del algodón. Sin embargo, además de reducir la cantidad, la mancha de ramularia también puede dañar la calidad de la fibra de algodón, afectando características tecnológicas como el micronaire, la longitud y la resistencia. Estas características, junto con otras determinadas mediante el análisis HVI (Instrumento de alto volumen), se utilizan para definir la calidad del lote de algodón y, en consecuencia, si habrá prima o descuento sobre el valor de venta.
El análisis y clasificación de las fibras son fundamentales en el mercado del algodón, ayudando a productores y compradores en la toma de decisiones respecto a la venta del algodón. Actualmente, la norma de clasificación oficial del algodón en Brasil es determinada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa), mediante la Instrucción Normativa número 24, del 14 de julio de 2016.
La fibra producida en los cultivos debe cumplir con los estándares mínimos establecidos por la industria textil y requeridos por el consumidor final para que el algodón pueda ser comercializado e industrializado. La obtención de una fibra de calidad depende de varios factores bióticos y abióticos, entre ellos la genética del cultivar, el tipo de suelo, la nutrición, las condiciones ambientales y la aparición de plagas, enfermedades y malezas.
Se realizó un experimento de campo con el cultivar BRS 336 en Cristalina, Goiás, con el objetivo de determinar el daño causado por la mancha foliar por ramularia sobre la productividad y calidad de la fibra de algodón. Se evaluaron tratamientos con y sin aplicación de fungicidas y las variables medidas fueron la severidad de la enfermedad, la productividad del algodón semilla y las características tecnológicas de la fibra micronaire, longitud y resistencia.
Con base en los resultados obtenidos, se puede concluir que la severidad de la mancha foliar por ramularia fue mayor en las parcelas que no recibieron la aplicación de fungicida, por lo que en consecuencia obtuvieron menor productividad (Figura 1). La diferencia de productividad entre el testigo y el tratamiento con aplicación de fungicida fue de 76 arrobas/ha (24,5%).
La calidad de la fibra obtenida, representada en el presente trabajo por las características tecnológicas micronaire, longitud y resistencia, se vio afectada negativamente por la tinción con ramularia. Los valores obtenidos para cada una de estas características fueron menores en las parcelas que no recibieron aplicación de fungicida (Figura 2).
La fibra de algodón está constituida principalmente por celulosa, que representa aproximadamente el 90% de su peso seco. El proceso de deposición de celulosa, responsable de la formación de fibras, se ve directamente afectado por el aporte de carbohidratos producidos mediante la fotosíntesis. La mancha foliar por Ramularia afecta la capacidad fotosintética de la planta y en consecuencia las características de calidad de la fibra.
Estos resultados resaltan el hecho de que es importante mantener los cultivos de algodón monitoreados y la enfermedad bajo control hasta que las manzanas alcancen la madurez, evitando así una reducción en la calidad de la fibra. El control de la enfermedad se ha logrado mediante rotación de cultivos, fertilización balanceada, resistencia genética de los cultivares, tiempo de siembra adecuado, manejo cultural y aplicación de fungicidas.
Nédio Rodrigo Tormen, Luiz Eduardo Bassay Blum, Ricardo Silveiro Balardin, Instituto Phytus
Artículo publicado en el número 231 de Cultivar Grandes Culturas, agosto de 2018.
Reciba las últimas noticias sobre agricultura en su correo electrónico