Carboxamidas en el manejo de la roya asiática.

En el caso de las carboxamidas, cada vez es más necesario posicionarlas correctamente, para mantener su eficacia y ayudar a gestionar la resistencia a triazoles, estrobilurinas y morfolina.

10.08.2022 | 14:37 (UTC -3)

Con el empeoramiento de los problemas de pérdida de sensibilidad de la roya asiática a la aplicación de fungicidas y la escasez de herramientas de control, no hay lugar para la pérdida de ningún grupo químico. En el caso de las carboxamidas, cada vez es más necesario posicionarlas correctamente, para mantener su eficacia y ayudar a gestionar la resistencia a triazoles, estrobilurinas y morfolinas.

Según estudios de la Asociación Brasileña de Agronegocios (ABAG), la reducción del control de la roya de la soja podría generar pérdidas significativas en la industria procesadora, que rondarían los R$ 7,0 mil millones, de los cuales R$ 2 mil millones ya no serían recaudados en impuestos y 300 mil puestos de trabajo podrían dejar de existir.

Los impactos económicos también se extenderían a las cadenas de insumos, máquinas, servicios, entre otros. En este sentido, el uso de fungicidas es la principal herramienta para el manejo de la roya de la soja en Brasil. Sin embargo, las opciones de grupos químicos fungicidas con diferentes mecanismos de acción que sean efectivos para controlar esta enfermedad no son amplias.

Entre los fungicidas sistémicos y mesostémicos con acción específica de sitio, actualmente solo hay cuatro grupos químicos diferentes disponibles para los cuales se han registrado altos niveles de control de la roya de la soja (Phakopsora pachyrhizi): carboxamidas, triazoles (incluida la triazolintiona), estrobilurinas y morfolinas. Además de estos, también existen como herramientas fungicidas no sistémicos (protectores) con acción multisitio. Cada grupo químico recibe gran importancia en este escenario para que se mantengan altas eficacias y se gestionen los riesgos de seleccionar individuos con menos sensibilidad a los fungicidas. Por lo tanto, si bien en el pasado reciente (cosecha 2016/17) hubo una caída en la efectividad del control de las carboxamidas, estos fungicidas continúan siendo herramientas fundamentales en la construcción de programas fungicidas eficientes en soja.

Pero ¿qué importancia tienen las carboxamidas en los programas de gestión?

Las carboxamidas son fungicidas que actúan sobre la roya de la soja, y algunos ingredientes activos también actúan sobre otras enfermedades que se presentan en la soja. Además, son fungicidas que tienen un alto efecto residual y debido a que tienen un mecanismo de acción diferente al de otros fungicidas comúnmente utilizados en la soja, son herramientas importantes para usar en mezclas formuladas y para rotar grupos químicos. Por tanto, el uso de carboxamidas no sólo es importante desde el punto de vista de aumentar el control, sino también para gestionar la resistencia a triazoles, estrobilurinas y morfolinas.

La disminución en la efectividad de las carboxamidas se relacionó con un cambio en el sitio objetivo del patógeno, lo que afecta las interacciones químicas entre el fungicida y la proteína objetivo. Esto ya había ocurrido con los triazoles y las estrobilurinas en cosechas anteriores.

Sin embargo, después de tales acontecimientos, la adopción de buenas prácticas de gestión conjunta por parte de productores, empresas, técnicos, cooperativas, universidades, ha sido decisiva para evitar nuevos casos de pérdida de rendimiento y para garantizar que se preserve la eficacia de las moléculas.

Estrategias de manejo para el uso correcto de las carboxamidas.

Tiempos de aplicación correctos

Los productos que contienen carboxamidas deben utilizarse en los momentos en que la planta esté más sana, de forma preventiva, antes de que se produzca la infección por el patógeno. Esta es una de las razones por las que se ha recomendado el uso de carboxamidas en las primeras aplicaciones en soja.

La aplicación preventiva indica que el fungicida debe estar presente en la planta antes de que llegue el hongo, actuando en las fases previas a la penetración e inhibiendo la infección (Figura 1). En este escenario las carboxamidas tendrán su eficacia máxima y residual.

Figura 1. Posicionamiento de la carboxamida para expresar su alta eficiencia.
Figura 1. Posicionamiento de la carboxamida para expresar su alta eficiencia.

Dependiendo del modo de acción demostrado en la Figura 1, cuando los fungicidas del grupo de las carboxamidas se colocan de manera curativa o erradicadora en relación con el proceso de infección, su eficiencia disminuye significativamente. Esta condición se puede observar en la Figura 2, donde la aplicación preventiva resultó en una mayor eficiencia de control y mayores ganancias productivas por hectárea en comparación con la aplicación curativa.

Estos datos se observaron en la cosecha 2015/16, incluso antes de que se reportaran casos de reducción de la eficacia de las carboxamidas, que se confirmaron en la cosecha siguiente. 

Figura 2. Eficiencia de control de roya asiática (A) y ganancia productiva (B) dependiendo de la aplicación de mezclas que contienen carboxamida en cultivos de soja. **Los datos representan un promedio de 16 experimentos realizados en el Distrito Federal, Goiás y Minas Gerais en la cosecha 2015/16.
Figura 2. Eficiencia de control de roya asiática (A) y ganancia productiva (B) dependiendo de la aplicación de mezclas que contienen carboxamida en cultivos de soja. **Los datos representan un promedio de 16 experimentos realizados en el Distrito Federal, Goiás y Minas Gerais en la cosecha 2015/16.

Por tanto, las carboxamidas son fungicidas altamente tecnificados que requieren un correcto posicionamiento en función de su mecanismo de acción y dinámica en la planta:

(i) Mecanismo de acción: las fases previas a la penetración del hongo en la hoja del huésped implican una alta demanda de energía procedente de la respiración del patógeno y una alta vulnerabilidad del hongo a la acción de los fungicidas. Por tanto, como las carboxamidas actúan inhibiendo la respiración, tendrán mayor letalidad durante estas fases previas a la penetración del hongo en la hoja y por tanto deberán aplicarse de forma temprana.

(ii) Dinámica en la planta: las carboxamidas son moléculas con alta lipofilicidad (atracción por las ceras) y baja solubilidad. Así, tendrán una translocación limitada en la planta (movimiento translaminar), con fracciones del principio activo que quedan retenidas en las capas cerosas de la cutícula de la hoja. Cuando se colocan de forma curativa y/o erradicadora, después de la colonización del hongo, tendrán dificultades para llegar al sitio objetivo del hongo, presentando una caída en el rendimiento.

En aplicaciones tardías de carboxamidas, como en la Figura 3, flechas 3 y 4, no se recomienda su uso. En este último escenario, además de reducir el rendimiento del control, aumenta el riesgo de exponer estas moléculas a una mayor presión de selección para individuos resistentes.

Figura 3 - Etapas fenológicas del cultivo de soja y avance de la roya de la soja en el tratamiento control. Las flechas indican aplicaciones y los colores indican el carácter preventivo (verde), curativo (amarillo) y erradicativo (rojo). *Dichos momentos pueden variar dependiendo del cultivar, época de siembra y condiciones ambientales.
Figura 3 - Etapas fenológicas del cultivo de soja y avance de la roya de la soja en el tratamiento control. Las flechas indican aplicaciones y los colores indican el carácter preventivo (verde), curativo (amarillo) y erradicativo (rojo). *Dichos momentos pueden variar dependiendo del cultivar, época de siembra y condiciones ambientales.

Fortalecimiento de aplicaciones con multisitios

Las carboxamidas son fungicidas que se formulan en mezclas con otros productos como estrobilurinas y triazoles. Este ya es un factor importante para añadir espectro de acción y protección contra la resistencia. Sin embargo, a lo largo de los años se ha observado que las mezclas formuladas no han sido suficientes para vencer al patógeno. Es en este sentido que los fungicidas protectores con acción multisitio han ganado importancia y amplia aceptación.

Los multisitios son fungicidas con menor riesgo de resistencia porque pueden actuar sobre varios procesos fisiológicos del hongo que conducen a su muerte. Por lo tanto, cuando se utiliza un producto multisitio para reforzar la aplicación, este fungicida podría ser letal para las personas menos sensibles a los fungicidas específicos del sitio.

Cuando se elimina de la población a este individuo menos sensible, se elimina la posibilidad de que se reproduzca y aumente su frecuencia en la población. Si no se elimina, en cierto momento predominará dentro de la población frente a individuos sensibles hasta el punto de provocar fallas en el control de fungicidas.

Así, el aporte de los multisitios, desde el punto de vista de gestión, no es necesario sólo para el aumento del control, sino fundamentalmente para la función de proteger la vida útil de otras moléculas fungicidas, como las carboxamidas.

Los multisitios hacen un aporte importante en este sentido y son herramientas que deberían ser parte de las aplicaciones de fungicidas en soja. Varios estudios realizados en el Instituto Phytus en la cosecha 2016/17 mostraron un aumento significativo en el control mediante la asociación con productos multisitio (Figura 4). Los resultados demuestran el control de la enfermedad obtenido con tres aplicaciones de cada combinación de fungicidas.

Figura 4. Comportamiento del control de la roya de la soja con mezclas formuladas de estrobilurina + carboxamida asociadas o no a fungicidas multisitio. Itaara/RS, cosecha 2016/17.
Figura 4. Comportamiento del control de la roya de la soja con mezclas formuladas de estrobilurina + carboxamida asociadas o no a fungicidas multisitio. Itaara/RS, cosecha 2016/17.

Intervalos adecuados entre aplicaciones y dosis correctas

Un trabajo interno realizado en el Instituto Phytus ha demostrado que flexibilizar los intervalos entre aplicaciones, en momentos en que la enfermedad ya está establecida en el campo, podría permitir que la enfermedad evolucione provocando pérdidas de producción.

Así, se ha aceptado que en épocas de baja presión de oxidación se deben utilizar intervalos de hasta 18 días, siempre y cuando se utilicen productos eficientes y reforzados, y en épocas de mayor presión de oxidación se debe reducir este intervalo hasta 14 dias.

En cuanto a la dosis de los productos, es fundamental que se utilicen las dosis recomendadas. Son comunes las situaciones de campo en las que un aumento de la dosis se considera un factor para aumentar el control. Sin embargo, en el caso de las carboxamidas, aumentar la dosis puede intensificar la presión de selección de aislados cada vez más resistentes.

Rotación de productos y número de aplicaciones.

Los fungicidas rotativos se refieren a no utilizar la misma combinación de principios activos fungicidas repetidamente en aplicaciones sucesivas. Esto ayuda a reducir la exposición de las moléculas en el campo y a evitar que se seleccionen individuos resistentes. Además, es muy importante que los productos que contienen carboxamidas no se utilicen en más de dos aplicaciones en una misma cosecha (FRAC, 2017).  

Valorar la diversificación de las estrategias de gestión.

Diversificar las estrategias de Gestión Integrada de Enfermedades (MID) es uno de los puntos que ha dado excelentes resultados. La herramienta química no puede plantearse de forma aislada y como una estrategia insuperable para el hongo.

Otras estrategias de control pueden incluirse en un programa de manejo integrado, como realizar la siembra dentro de los tiempos recomendados para evitar periodos de mayor presión de la enfermedad y reducir el tiempo que el cultivo pasa con el patógeno, ajustar la nutrición de las plantas, eliminar plantas hospederas por el hongo (vacío sanitario) y mejorar constantemente la tecnología de aplicación para mejorar la distribución del ingrediente activo sobre la planta.

Además, es muy importante conocer el nivel de susceptibilidad de los cultivares a la roya de la soja, ya que este parámetro influirá en otras estrategias de control. En relación a la tecnología de aplicación, por ejemplo, se deben evitar aplicaciones en condiciones ambientales desfavorables, en las que se podría perjudicar la relación entre el producto y la planta, afectando negativamente el desempeño de los fungicidas.

Artículo publicado en el número 227 de Cultivar Grandes Culturas, abril de 2018.

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